No me gusta la sociedad que hemos creado; tampoco la mayoría de sus actores. No me gustan la renuncia a las ideas, a los sentimientos y a las utopías. Entre tanta ley de la selva y tanto caníbal, suelto y en comandita, aun queda un espacio enorme para ser feliz, otra forma de radical rebeldía. Para ser feliz, o intentarlo, que tampoco hay que exagerar, es necesario encontrar un mundo paralelo. El mejor de los que conozco es el de los navegantes, gentes que carecen de miedo a las tormentas, aunque sean perfectas, porque ya se ahogaron en todas.
El mundo paralelo, por citar un par de ejemplos exagerados, que encontré hace ya un tiempo puede ser así o puede ser asá y me gusta aportar todo lo que puedo por disfrutarlo lo máximo posible.
1 comentario:
"Mientras los otros destruyen, tú construye... Construye tu propio mundo."
Tu entrada (y el enlace a #futurotaurino) me han recordado esta frase que tanto me gusta de la biografía de Montaigne, escrita por S.Zweig.
Saludos, Andrés.
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