falles 2011/ vicente luna, artista fallero con alma de torero

Este post es una petición de hace mucho tiempo y que al final, mira por dónde va a poder ver la luz. Lo que en él se trata no es que sea ningún secreto pero sí una curiosa anécdota que recuperamos y más ahora porque a través de cuanto menos 'extrañas' formas de promoción se ha querido unir la fiesta de las fallas con, precisamente, la Feria Fallera de toros. Pues mira por dónde que las vamos a unir más todavía de lo que muchos pensaban y en una sola persona.

Como he dicho, el culpable de esta entrada es mi amigo Miguel Ángel Puerta, que llevaba ya varios años insistiéndome en que le dedicase un post al artista fallero Vicente Luna Cerveró, quien en su juventud intentó ser torero y ha seguido manteniendo la afición, también práctica, a lo largo de toda su vida. El material que se utiliza para elaborar este post también lo ha conseguido Miguel Ángel, él compró el libro Vicent Luna: l'art de fer falles  para regalárselo a su hermano, el de los clicks.

Luna en un festival benéfico en València en 1963.

Vicente Luna es uno de los grandes referentes entre los artistas falleros, miembro del gremio y actualmente jubilado, son sus hijas las que han heredado el oficio del padre como él mismo lo heredó del suyo. Su infancia transcurre por el barrio del Carme, la plaça de Sant Bult y de Sant Jaume, cuando su padre y su tío eran los que levantaban las fallas en los años de la República. Más adelante, en los inicios de la década de los 50 es cuando ya podemos ver monumentos del propio Vicente Luna.

La historia de tantas veces se repite. Fue su padre, José Luna, quien le transmitió la afición de los toros. El padre era admirador de Belmonte, y suponemos que por su estilo también lo sería de aquella estrella fugaz que salió de Catarroja y se apagó en Astorga víctima de una cornada y que se llamaba Antonio Carpio.

Luna cultivará la afición en todas sus facetas, desde 'el querer intentarlo', a la de aficionado práctico, y pasando por la de coleccionista de carteles, una colección iniciada por el padre en 1922 y continuada por el hijo desde 1956.

La aventura taurina de Vicente Luna antes de entregarse por completo al arte de las fallas y a la escultura, comienza en la década de los 40. Entre 1941 y 1946, como tantos otros, Vicente Luna, formó parte de la parte seria de L'Empastre, la banda cómico-taurina de Catarroja que durante muchos años fue el gran referente del toreo cómico en todo el planeta de los toros.

Son años en los que el mundo del toro era todo pasión, y necesidad, y en los que coincide con gente como Manolo Cortés, quien poco después moriría de una cornada en Algemesí, El Choni, Paquito Vilanova 'El Cochero Torero' o Manolín Celis 'El Bombero Torero'. Debió pasar por infinidad de plazas Vicente Luna, así en agosto de 1943 se presentó en Xàtiva y en la feria de julio del 44 y con L'Empastre se presentó en la plaza de toros de València. Era 28 de julio.

"Era molt difícil arribar a ser torero. Calia tindre un temperament especial per a quedar-se quiet i manar quan envestix el bou. Vaig intervindre en molts festivals benèfics, com ara els organitzats per a recaptar fons per a l'Associació Valenciana de Caritat. Hi particpaven també artistes de cine i del teatre, boxejadors, toreros i artistes fallers"

Y continúa diciendo el libro Vicent Luna: l'art de fer falles:

De poble en poble i de fira en fira, Vicent va anar buscant la sort per a ser figura, però en lloc del camí de la glòria es trobà amb més d'una rebolcada, com l'ocorreguda a Vinalessa, on va patir un enganxada sense conqüències. Com que la plaça no disposava d'infermeria, li va donar una puntada i, poc després agarrava un tramvia de tornada a valència. L'endemà va acudir al doctor Serra, el metge de ls toreros de la plaça de València, perquè el curara.

Su alternativa como artista fallero la hicieron coincidir con su pasión taurina y se celebró en 1951 en la misma plaza de toros de València. Se iniciaba así una carrera en la que sí logró ser figura y todo un referente en el arte de hacer fallas. Tanto que han sido 14 las veces en las que ha sido el responsable de la falla de la Plaza del Ayuntamiento de València.

Pero la afición en Luna siguió y así organizó durante tres años (1982, 83 y 84) la feria de novilladas de Montserrat, el pueblo natal de su madre. También Luna estuvo presente en los primero pasos de Enrique Ponce. Fue uno más de los que no se engañaron con que aquel chaval de Chiva iba a tener futuro en esto del toro. Y continuó ligado a la fiesta en los 80 y los 90 formando parte del jurado de la Diputació de València e incluso creó el trofeo Vicente Luna al trasteo más dominador de la Feria de Falles, un premio que se instauró en 1992 bajo el patrocinio del Gremio de Artistas Falleros y que da una ligera idea de su exigencia como aficionado. No premiaba cualquier cosa, sino ¡el trasteo más dominador!

Y como gran aficionado que quiso ser torero, tuvo su merecida despedida de los ruedos el 18 de octube de 1986 en la plaza del Tentadero La Paz de Massamagrell en un festival que organizó la peña 'De tinto y oro'. Luna se anunció en aquel cartel como 'El xiquet de Montserrat'.

De Vicente Luna dice El Cossío:

Entre los artistas que ha escrito gráfica, corpóreamente la historia, destaca Vicente Luna Cerveró. Y no sólo por sus fallas sobre problemas nacionales y locales, sino, también, especialmente, por haber sido seguramente el que más ha prodigado la crítica taurina en sus obras [...] Para dar una idea de la capacidad artística de Luna cerveró, de su reciedumbre para enfrentarse, ya que no con los toros de "cuerna y hueso", sí con lo de cartón piedra, baste recordar que para la falla de la plaza del País Valenciano de 1981, ex novillero modeló toda una camada de toros bravos; problema de modelado, policromado y montaje resuleto con la misma audacia e idéntico valor que el que derrochó en las plazas