EMARSA es el enésimo caso de corrupción en València o alrededores. Tras el parapeto de una empresa pública encargada del tratamiento de aguas residuales --la mierda a la mierda llama-- el dinero mangado por cargos públicos, alcaldes y funcionarios ha sido de auténtica vergüenza. Las historias que se van conociendo sonrojan. Cuando se podría pensar que la corrupción política no puede dar más de sí. Aquí tenemos otro ejemplo más. Desde viajes de placer pagados a familias enteras, cenas y comidas sin escatimar un céntimo en los más caros restaurantes o compra de lotería hasta facturas por unas cajetillas de tabaco o por ejércitos de --por llamarlo finamente-- traductoras rumanas hospedadas en lujosos hoteles; el dinero público que ha sido gastado por los responsables de EMARSA entre 2004 y 2010 puede superar los 30 millones de euros.
La Empresa Municipal de Aguas Residuales, S. A., EMARSA a todo esto, fue creada por el Ayuntamiento de València y otros 17 municipios, y desde la década de los 90 ha estado controlada por el diferentes gobiernos municipales del PP y desde siempre se ha financiado con el dinero de todos.
Así, mientras se va conociendo que unos cuantos han malgastado a su antojo y sin escrúpulos una cantidad vergonzosa de dinero público --repito: ¡más 30 millones de euros!--, de todos, y el nuevo presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, ha tenido un gesto que le honra al aceptar "avergonzado" un comisión de investigación en Les Corts; el Ayuntamiento de València, su gobierno municipal, ha decidido emprender una campaña en la que el objetivo es multar a ciclistas ahora que la bicicleta se ha convertido en uno de los principales medios de transporte en el cap i casal.
En cuatro días más de 500 multas. Alguna de ellas de más de 200 euros. Ahí es nada. Por cierto, a la alcaldesa Rita Barberà, al frente del Ayuntamiento de València, que con casi 900 millones de deuda ha decidido ahora perseguir con multas al ciclista y es uno de los directos responsables de lo sucedido tras la siglas de EMARSA, le parece "fenomenal" que se abrá una investigación sobre este enésimo caso de corrupción.
¿He dicho "uno de los directos responsables"? Mejor decir irresponsables.
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