El
primero de los cuatro capítulos, ‘El estado de la Fiesta’, trata de
acercarse a la realidad a partir del análisis externo o socio-económico,
de los problemas internos del propio sector y teniendo en cuenta dos
pasos adelante como son el traspaso de la tauromaquia al Ministerio de
Cultura y la llegada al Congreso de ILP protaurina, hoy ya en proceso de
tramitación.
Tras
un análisis en el que parece que casi todo está por hacer, y es verdad:
hay que tomar medidas de forma inmediata; la segunda parte, ‘La
industria de la tauromaquia. Argumentos para una nueva gestión’ refleja
lo que es y supone el global del sector para, asumidos los errores,
apostar por el cambio.
“Es hora de reivindicar esa industria cultural y
ecológica, artística y pasional” que es la tauromaquia. Pero para ello,
hay que “conocer y reconocer ese entramado de relaciones, también
económicas, que mueve y diversifica la industria del toro, y a partir de
ahí apostar por el desarrollo de la nueva cultura y la capacidad para
gestionar la Fiesta desde el conocimiento”.
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