Ayer 24 de mayo, el día histórico en el que se presentó el proyecto de la Academia de las Artes y Cultura de la Tauromaquia para el futuro de la Fiesta en Las Ventas, hubo además otros dos triunfos separados por varios kilometros de distancias.
Uno fue en Madrid, en la misma plaza de Las Ventas: el triunfo de Talavante en salida por la Puerta Grande pasadas las 21 horas.
Foto :: Juan Pelegrín (se recomienda ampliar)
Y el otro en Barcelona en el epicentro del Primavera Sound 2013, cuando Blur desplegó toda su clase y caterva de hits y pasadas las tres de la madrugada cerraba el concierto que todos esperaban y que demostraba lo conseguido por Blur: marcar toda una época.
Foto :: Eric Pàmies
Damon Albarn es adorado foco de luz, manos alzadas, son incapaces de tocar al icono. La imagen es de respeto. El que se pierde conforme el torero es destrozado, desnudado por esa pasión irracional que ni mucho menos se sostiene por la envergadura del triunfo y se convierte en una total falta de respeto.
La admiración a Blur que ofrece la imagen es totalmente consciente: un buen pellizco del sonido de los últimos 20 años lo creo Blur. El público que manoseó al héroe Alejandro Talavante en Madrid es de admiración ignorante y en su rostro lo reflejan.
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