27 septiembre 2016

somos unos inconscientes (crónica de la cuarta de #bousalgemesí16)

Nos llenamos la boca con que hay que dar categoría e importancia a las novilladas. Que hay que cuidar el futuro y no sé qué más. Incluso, y aprovechando que hoy se ha concedido la plaza de Las Ventas por los próximos cuatro años, dirán que Las Ventas debe marcar el camino... ¿pero qué camino? Mientras, sucede Algemesí, a lleno diario así, como hoy, se lidie una sin caballos (¡más futuro al futuro!). ¿Y qué? Pues pasaremos de puntillas. Que si eso es un pueblo y una plaza de palos. Y todo lo dicho al principio se defecará tal cual. Y ya montar una feria de nueve tardes de toros en un pueblo de menos de 30.000 habitantes  no será cosa habitual. Y seremos lo que somos, unos inconscientes. Mientras los antitaurinos desde el autoodio, la manipulación y el victimismo tratan de hacer creer que Algemesí es el mismo infierno, la vitalidad, raíces y autenticidad de la Tauromaquia vibran en uno de esos marcos realmente incomparables que te trae la temporada.


Uno ve tanto esfuerzo y tanta pasión frente al propio ninguneo del taurineo y al ataque manipulador del totalitarismo antitaurino, que no acaba de entender qué es lo que prentendemos. Tenemos tesoros increíbles como Algemesí que no sabemos poner en valor, pero claro, es más fácil decir que desde Las Ventas abran los caminos.

Envidiable, por aquello de cuidar a lo novilleros, la eralada con tres de Daniel Ruiz, dos excelentes, y uno de Daniel Ramos, más bastote y con más teclas, pero que también acabó embistiendo despacio con gran nobleza. ¿Qué más? Pues dos novilleros con pretensiones de ser toreros. Ángel Tellez es de esa Escuela de Madrid ahora mismo en tierra de nadie por la sinrazón y la discriminación política. Tuvo el triunfo cerca, pero la espada lo demoró todo. Quedó en una oreja y vuelta al ruedo. Quiere hacer el toreo por abajo y le vuela perfecta la franela cuando la lleva en la zurda. Les costó cogerle el ritmo a sus dos toros, pero de mitad de faena en adelante remontó y en cercanías se manejó bien.

Tanto Tellez como Martínez dejaron entrar en quites al sobresaliente, Miguel Senent 'Miguelito', que mostró muy buena disposición por chicuelo y calesero.

Daniel Martínez es el nuevo valor que aporta Algemesí. Tiene a su favor el valor y una mirada que frente al toro, atraviesa. El obispo y plata del herede, que decía Chenel, le daba torería. Al valor le falta más técnica. Pero la idea es de una tremenda firmeza y verticalidad. Desde su debut hace un año se le nota la progresión, pero el camino sigue siendo largo. Se llevó un porrón de volteretas. La primera al recibir con una larga al paletón primero de su lote. Novillo de embestida para degustar y abrir más. Tenía el triunfo, pero el espadazo no surtió efecto y con el descabello y puntilla se estropeó aquello. Más complicado el cuarto, por exceso de casta, Daniel Martínez no volvió la cara. Se lo pasó muy cerca, cobró tres veces y se levantó siempre sin mirarse. La oreja era por el esfuerzo, un esfuerzo de puerta grande.

Un esfuerzo que aquí en Algemesí hacen los chavales porque previamente lo hace todo un pueblo. Desde la Comisión Taurina local y, sobre todo, desde fuera, unos y otros, se deberían conjurar todos para poner realmente en valor tesoros como éste. De lo contrario seremos unos inconscientes.


GALERÍA DE PACO HARO:
 

 Ángel Tellez

 Daniel Martínez

 Miguel Senent

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