Hoy hace 50 años se publicó el primer álbum de The Doors. Uno de los mejores debuts en la historia del rock y el primer disco que recuperamos aquí para reivindicar y celebrar que ya ha pasado medio siglo de aquel 1967, el gran curso de la música popular. Porque difícil es recoger una cosecha de sonidos tan apabullante e influyente para todo lo que iba a venir después.
The Doors en 1966 en el Whisky a Go Go
El homónimo estreno de la The Doors abre el fuego en esta colección. Sólo era cuestión de tiempo. Primero The London Fog y luego el mítico Whisky a Go Go de Los Ángeles habían presenciado como se pulía esa mítica colección de canciones sobre sus escenarios. En el 66 los caminos de Elektra y Paul Rothchild se cruzan con Morrison, Manzarek, Krieger y Densmore. Las canciones ya estaban ahí. Tantas como para parir dos álbumes soberbios en 10 meses. Primero vio la luz The Doors: el 4 de enero del 67. Strange Days esperó a octubre.
Break on through, Soul kitchen, The crystal ship, Alabama song, Light my fire, Back door man, I looked at you, End of the night, Take it as it comes y The end conforman el setlist con el que The Doors se abren al mundo. Break on Through fue el primer single, Light My Fire el primer pelotazo y The End la primera polémica, que ya traía literatura por su pasaje edípico y por ser la canción que definivamente destapó la esencia de Jim Morrison sobre las tablas y ante el público que hipnotizaba. En total, 43 minutos que desde 1967 son historia indeleble del rock. Rock, blues, psicodelia y cero indiferencia. Cada escucha sigue agitando las mentes y los cuerpos como una auténtica revelación imperecedera. Por eso es con diferencia una de mis bandas favoritas. Así empezó a sonar 1967.
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