18 marzo 2017
toros #fallas2017/ la frescura de gines marín y la celebración de un monterazo para paliar el enésimo pitorreo
El olé más grande y rotundo de la tarde, el que más gargantas empleó para resonar en el coso de calle Xàtiva, fue para un monterazo que cayó, según marca el buen fario, boca abajo. Ocurrió en el brindis de Enrique Ponce al público en el cuarto acto de una tarde eterna y descafeinada en la que se perpretró la enésima juampedrada y de la que salió victoriosa por la puerta grande la frescura clásica de Ginés Marín.
Bendito sea el público valenciano, que llenó la plaza un día más y no montó en cólera ante semejante pitorreo y celebró cuanto pudo. Bendito sea. Porque le colarón una corrida gorda, inválida y desrazada que empezó con un rosario de sobreros en los dos primeros turnos. Bendito sea, porque sucumbió ante la novedad y se entregó a ella, hasta los mismísimos de las historias de toros tristes y faenas que rozán el absurdo.
Ginés Marín, que se ganó su presencia fallera cortando un rabo en el histórico Festival por Adrián, refrescó la tarde cuando apuntaba a escándalo público con los dos primeros toros devueltos a corrales y sustituídos por soluciones todavía peores. El jerezano y extremeño Marín se hizo presente con su capotillo agarrado muy en cortó para abrirse por verónicas y rematar con una ajustada revolera inversa, con los pitones soplándole las zapatillas. Ese sería el segundo olé más redondo de la tarde.
'Ojeador' se llamó el tercero. Tan mal andaba la cosa que ni se picó. Muy lavado. Largo y recto. De trapío anovillado. Cierta hondura.
El comienzo es con un cartucho cambiado por la espalda. Pronto y en la mano al natural. En redondo le viene con el freno de mano el toro. La gente, bendita, empuja. Cuatro y de pecho se administran. Sigue una serie reunida en el centro del platillo. Mejor el toro, capaz el torero. Inteligente y fresco. El de las flores, los tiempos muertos llenando la plaza. La zurda de nuevo y mejor. Se impone en el último tramo. Muy a los vuelos, largo el trazo. Remata en un doblón por abajo. Otro inicio a pies juntos, y la pata adelante. Faena maciza. Cierra al toro con doblones y un cambio de mano para el de pecho deja al toro listo para cobrar un espadazo. Caía la oreja. La tarde quería quedarse con lo bueno.
Por cierto, el patinazo del palco el otro día regalándole la puerta grande a Perera sigue dejando su rastro. Ahora manda la contención y hoy, con labores más comunicativas y solidas, se han amarrado los segundos trofeos por la autoridad. Señal de que se enteraron que pusieron el nivel de València en ridículo.
Cayetano las pasó canutas con un sobrero de Vegahermosa con tufo a aftershave. Al titular de JP lo recibió a porta gayola y para nada sirvió. Con el sobrero se vio desbordado por el genio incómodo y protestón del bicho.
En cambio, la nobleza del Juan Pedro más aparente y presentable de cara, el castaño 'Mensajero', la cuajó Cayetano en faena sincera y voluntariosa, muy coreada por la hinchada. Inicio riverista de rodillas y sitio y lucimiento al buen tranco del animal, que siempre se fue más allà de los vuelos. El mérito fue ligar la faena en los medios, y nutrida sobre ambas manos con buen y arrebatado dibujo. Sonó 'La Concha Flamenca' y la tremenda ovación a la banda tengo mis dudas de cómo ha sentado a Cayetano, que apuró algún que otro circular más desplante para agarrar una estocada rinconera fulminante. La oreja, meritoria, y todos felices.
Ginés Marín se inventó la faena ante el último zambombo. 'Noctámbulo' de 607 kilazos. Duró un suspiro, pero del que Marín aprovechó hasta el último aliento.
Ponce se estrelló sin remisión. El sobrero de 646 kilos estaba cogido con alfileres. Escribió con la muleta despacito y con buena letra. Sin molestar y ajustado. Para nada, y menos que nada con el cuarto. Parado y ahogado, Ponce pasaba por Fallas como si no hubiera ni venido. Ahora, su montera se llevó un pedazo de olé.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de València, 18 de marzo de 2017. Novena de la Feria de Fallas. Cuatro toros de Juan Pedro Domecq, el primero lidiado como sobrero, uno de Vegahermosa (segundo bis) y otro de Parladé, el sexto. Desigual presentación, muy pesada y descastada. Enrique Ponce (pinchazo hondo y Descabello: ovación; estocada casi entera: silencio), Cayetano (estocada trasera y tendida, dos descabellos, se echa: silencio; estocada rinconera:) y Ginés Marín (estocada, aviso cuando el toro se echa: oreja; estocada: oreja). Lleno aparente (unas 10.000 personas).
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