Juan Bautista encantó el pasado 6 de octubre en Madrid. Triunfó a ley tras realizar una bella faena. Era la cima de una temporada in crescendo, que desde el día del diluvio en el que los franceses (Jalabert y Castella) tomaron Las Ventas, ha pasado por todas las ferias de postín. Era la confirmación: se había recuperado a un buen torero. El final de octubre contaba con tres puertos y fue en el primero en el que hizo diana, en Madrid nada más y nada menos. Tras el éxito, tal vez la excusa es que se le ha ido el santo al cielo, porque ni en Valencia ni en Zaragona apostó de verdad ante material encastado y con mucho que torear. Lo digo porque vi lo de Valencia y de lo de Zaragoza me fio de quien lo cuenta. Se ve que la de Fuente Ymbro, fue un corridón: "Brava, encastada..., que mandó para casa a tres toreros y podría haber hecho lo mismo con medio escalafón", dice Corrochanito. Así, a las alturas en las que estamos cómo no va a pesar la temporada y la miel del triunfo, pesa la casta y pesa la posición conseguida. La temporada próxima, más.
Imágenes: burladero.es
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