El coso de la calle Xàtiva es en estos momentos una especie de gallina de los huevos de oro a punto ser exprimida una vez que han colocado una nueva empresa, Simón Casas Productions, para que se encargue de la programación taurina siempre repleta de riesgos económicos, problemática y a menudo puesta en tela de juicio. Los pingües beneficios están en lo extra taurino, y Alfonso Rus lo sabe. O ya veremos cómo será el próximo concurso para la gestión la plaza en cuanto a temas no relacionados con el cuerno. La respuesta se espera el próximo septiembre. Pero recuerden el canon de los toros ahora es de 360.000 euros; en la anterior gestión Serolo pagaba por toda la explotación un millón de euros; pongan un "equis" y vayan resolviendo la ecuación que la realidad podría acercarse.
Pero el caso es que, adjudicada la plaza, con --recordemos-- una desaforada defensa de Isidro Prieto por parte de Alfonso Rus por supuestos ataques recibidos desde la prensa, 14 días después ha sido el propio Rus quien ha dado la espalda a Prieto por otra de sus facetas, en este caso al frente de Turismo, al descubrir la propia prensa que una fundación fantasma --Fundación Gestión y Eficiencia Empresarial-- a la que se le desviaron 300.000 euros que en principio tenían que ser destinados a los municipios de La Ribera y Els Serrans.
Destapado el pastel, Alfonso Rus ha rectificado a Isidro Prieto. Le ha faltado tiempo. De aquel "mi diputao ha sido vilipendiao, ha sido difamao..." de hace dos semana ha pasado a abandonarlo como responsable de una sospechosa desviación de 300.000 euros a una fundación sin actividad conocida, y al menos, por una vez, se ha rectificado y se ha parado a tiempo.
Vía :: L'Informatiu |
Alfonso Rus, como si con él no fuera la cosa, dejó a su diputado de Turismo, Isidro Prieto, que fuera vapuleado por la oposición en el pleno de la diputación ante la inconsistencia de sus argumentos. Tras el debate, emulando a un árbitro de un partido de fútbol, tendió la mano a sus rivales políticos, desautorizó a Prieto y recondujo los 300.000 a las Mancomunidades de la Ribera y la Serranía. De modo socarrón dijo, “si el problema es la fundación, la fundación fuera”. Y eso ocurrió: la oposición con una victoria política, la imagen de Rus salvada, los municipios con 50 millones de pesetas y Prieto abandonado.
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