28 julio 2010

el parlament de catalunya prohíbe las corridas de toros

Ha ganado la imposición moral y la defensa animalista del toro bravo, también el debate encubierto: Catalunya ha vencido a España, que por eso la expectación mediática era tan enorme.

El aficionado, quien muestra sensibilidad por la tauromaquia y siente pasión por un animal único, el toro bravo, a partir del 1 de enero de 2012 ya no podrá presenciar corridas de toros en Catalunya tras ser abolidas por el Parlament de Catalunya por 68 votors a favor, 55 en contra y 9 abstenciones.

Era de esperar, por las manos en las que está Catalunya la solución no podía ser otra. A los aficionados, que ya lo veían venir, toca sentirse muy tristes. Pero el soportar esta imposición moral lo que debe es hacerles sentir más grandes y fuertes, más seguros de sus convicciónes. Los antitaurinos en Catalunya ya se han olvidado del toro bravo, el aficionado jamás.


3 comentarios:

Im-Pulso dijo...

Sólo un detalle: Sería conveniente NO recurrir a frases como que "Cataluña se ha impuesrto a España". En el origen de esa interpretación hay epañolistas y catalanistas; es más, los primeros en introducir esa dualidad ajena a la tauromaquia fueron varios dirigentes del PP (nacionalistas españoles).
El debate y la iniciativa que planteaban los animalistas era ajeno a la dualidad España-Cataluña; dualidad que alimentan los españolistas ¡¡¡desde hace decenios!!! y que, inevitablemente, está a su vez retroalimentando el independentismo catalán.
Saludos.

Kurtz dijo...

"Era de esperar, por las manos en las que está Catalunya la solución no podía ser otra."

No lo entiendo, teniendo en cuenta que el PSC a vota mayoritariamente en contra de la abolición y CiU ha votado mayoritariamente a favor de la abolición.

Saludos.

Natalia Pastor dijo...

La deriva nazionalista en Cataluña ha llegado a una de sus cotas máximas.
La prohibición de los toros - que nada tiene que ver con un supuesto maltrato a los animales, sino con un intento de desespañolización de cualquier nexo que forme parte del acervo cultural común - supone una declaración de guerra formal, un puente de playa de la cada vez más cercana proclamación independentista al modo y manera de Companys en 1934.

Ya no es el simple acoso y persecución contra los castellanos parlantes, a los que dentro de poco les impondrán un brazalete amarillo con una "ñ" bordada, sino que estamos ante una demostración de estalinismo propiciado por ese Zapatero que ha dado alas a los nazis con barretina, hasta el punto que la prohibición es el método elegido para cercar la cada vez más menguada libertad de los ciudadanos.

El zapaterismo no sólo ha hundido economicamente este pais y ha llenado las oficinas del INEM con 5.000.000 de parados,los comedores de Cáritas con un millón doscientos mil dramas diarios y nuestras calles con 9.000.000 de pobres, sino que además ha demolido la Constitución y volado por los aires la unidad nacional.
Acabaremos mal.
Muy mal.