02 noviembre 2011

la tauromaquia en los programas electorales de cara a las elecciones generales del 20N

La tauromaquia entra en las elecciones del 20N. Es evidente, como para que luego digan que la Fiesta de los Toros no está politizada.  Y algo pasa, algo se ha hecho mal, cuando el único partido que la defiende de forma clara en su programa es de derechas. Sin duda, son malos tiempos para los punkarras taurinos --haberlos haylos-- que ponen sus ideas del lado del corazón.

El PP es claro en su programa a favor de la Fiesta como lo ha sido --salvo ocasiones-- a lo largo de la última legislatura. Izquierda Unida es igual de claro, pero a la contra arrastrado en su agonía por su apellido 'verde' o por alguno de los grupúsculos que se mezclaron entre el 15M, y así señala incluso a las peñas taurinas o escuelas taurinas. El PSOE, con un programa con predominio de lo social, no se señala: ni busca votos a través del populismo neo(pseudo)progre de la defensa por los derechos de los animales ni se posiciona claramente a favor del arte, cultura y ecología de la tauromaquia; prefiere quedarse en "el apoyo a la diversidad de las expresiones artísticas" y "la defensa del patrimonio cultural". UPyD en su programa tampoco hace referencia alguna, aunque con tal de rascar votos allá donde se pueda mete la cuña de que buscarán "el consenso por una política nacional contra el maltrato animal". Y por su parte, Equo, novedad de cara al 20N, hace gala de todos los tics pro animalistas a favor de la abolición de la tauromaquia y lo demuestra al negar la realidad cultural de la tauromaquia en su programa. Se presenta en gran parte de las circunscripciones con su nombre o en diversas coaliciones como es el caso de València, donde concurre junto a Compromís, quien también acoge señas contrarias a la tauromaquia de forma encubierta.

Algo se ha hecho mal. Alguien dijo que la fiesta de los toros era de derechas, el mensaje caló y se politizó. Más aún con la tendencia progre a favor de la defensa de los animales y la recurrente creencia de los antitaurinos de ser moral y éticamente superiores. Algo se explicó rematadamente mal y ya son muchos --la izquierda prácticamente al completo-- los que se han cerrado en banda a querer enteder, comprender y respetar --no digo ya defender-- los valores artísticos, culturales y ecológicos que encierra la tauromaquia desde sus posturas animalistas.

Algo tendrá que decir el votante que además es aficionado el próximo 20 de noviembre aunque lamentablemente sean muchas puertas las que se le han cerrado de forma drástica hasta ningunearlo. La defensa de la tauromaquia, visto lo sucedido en Catalunya, debería notarse en las urnas. Porque vista la crítica situación económica y socio-laboral, y comprobado que realmente aquí nadie guarda el as en la manga para solucionar una realidad a merced de los mercados, y menos cuando la decisiones trascendentales son tomadas a varios miles de kilómetros de nuestras fronteras, el aficionado a los toros al menos deberá optar por defender aquello que forma parte de su vida ante la generalizada incomprensión política de una supuesta progresía que opta por la prohibición de forma clara o encubierta.

La tauromaquia ha entrado en los programas electorales y nunca por voluntad propia. Al toro le han salido supuestos defensores que jamás lo han comprendido. A los aficionados (y a los taurinos), por tanto, porque nadie dijo que sean contrarios a los animales, no les queda otra que manifestarse en las urnas el próximo 20N con su voto ante tanta acusación, desconocimiento, falta de respeto y politizado ninguneo.




Ahí van algunos de los puntos que recogen los programas de diferentes formaciones que señalan a la tauromaquia de forma clara o encubierta:

PSOE. El Partido Socialista presenta un programa en el que predomina lo social. En este aspecto se evitan cualquier promesa populista sobre los animales en general, y en el mismo sentido no mentan las corridas de toros o la tauromaquia. Durante sus ocho años en el gobierno, en cambio, hay dos hechos a destacar de signo bien contrario. Uno, la pasividad y falta de claridad ante el proceso de abolición de la tauromaquia en Catalunya; y dos, el traspaso de la tauromaquia al Ministerio de Cultura. En este último aspecto podrían relacionarse con la palabras sobre cultura que, así en general, incluye su programa con la tauromaquia.
La cultura, en todas sus manifestaciones, ha sido siempre un poderoso instrumento de cambio social. La inclusión de nuestros compromisos en materia de cultura dentro del grupo de factores que propician el cambio económico, en ningún caso supone ignorar el valor que en sí mismo tiene el disfrute de la cultura. Para los socialistas, el apoyo a la diversidad de las expresiones artísticas, la defensa del patrimonio cultural, la apuesta por democratización del acceso de los ciudadanos a las manifestaciones culturales, son responsabilidad de los poderes públicos que trascienden la mera dimensión económica. La rentabilidad de una política cultural es, por encima de todo social.


Partido Popular. El Partido Popular es claro en este aspecto. En un par de líneas habla de fomento, protección, manifestaciones artísticas, cultura y las relaciona todas ellas con la tauromaquia.
Fomentaremos la protección de todas las manifestaciones artísticas tradicionales que sean parte de nuestra cultura, como la tauromaquia.


Izquierda Unida - Los Verdes. Izquierda Unida, tal vez por llevar el pegote verde en el apellido o por ir a rebufo del movimiento 15M, opta por la marginación de la tauromaquia y la etiqueta directamente como maltrato (ni menciona la Cultura) y se preocupa por la muerte pública. En la solución que proponen hacen suyo el lenguaje antitaurino sectario de las subvenciones, ocultando la otra parte de la realidad y lo que puede llegar a generar la tauromaquia con una día de toros.
Proponemos una Ley de Protección animal, en la que se contemple la eliminación de la  inanciación por parte de espectáculos que contemplen el maltrato y muerte pública de animales. Por tanto, no se financiará ni se dará publicidad a las corridas de toros, a las peñas taurinas o a las escuelas taurinas.


UPyD. Sin referencia en el apartado cultural o de forma expresa en su programa a la tauromaquia, aunque sí lo han hecho de forma respetuosa en algún que otro acto de campaña, Unión Progreso y Democracia sólo ofrece un punto que hace referencia a "los animales" de forma genérica.
Consensuar una Política Nacional única contra el Maltrato Animal.


EQUO. Es una de las principales novedades de estas elecciones generales. Levantan la bandera del ecologismo animalista con tesis veganas. Se presentan en casi todas las circuncripciones o bien en solitario o bien en variopintas coaliciones, como por ejemplo en la Comunitat Valenciana donde forman tándem con Compromís.
Eliminación de las declaraciones de Bien de Interés Cultural o Bien de Interés Turístico para todo espectáculo donde se maltraten animales.









1 comentario:

Dani dijo...

sempre estem igual. Crec que mai he votat en funcio del que tal o tal partit diu o pensa de la festa dels bous, perquè hauria acabat al psiquiàtric. Es trist però és aixina.

Després la realitat és més tossuda, i els alcaldes de Compromis o de Bildu fan bous -o deixen fer-los- als seus pobles. La culpa és nostra per no fer-nos entendre dins dels partits que per tota la resta de coses ens representen.