Empieza así Jaraba su artículo:
Retirar los toros de la parrilla de Canal 9 es una decisión que me ha resultado difícil adoptar, tanto en mi condición de director general de Radiotelevisión Valenciana como en mi dimensión de aficionado. Llevo 20 años viendo toros desde mi abono de Las Ventas, y toda una vida siguiendo las corridas por televisión; es comprensible, pues, que tomar una postura que podría enmarcarse –equivocadamente- en las corrientes antitaurinas haya sido muy complicado.
Y acaba como sigue:
... los toros, sin embargo, lejos de haberse adaptado al momento de recesión, han ido consolidando sus altos costes en las últimas temporadas, haciendo oídos sordos a una corriente de mesura que ahora se ha tornado clamor. Nada más práctico que un ejemplo: un partido de Champions League, que nos deja audiencias que superan holgadamente el 40%, nos cuesta lo mismo que una corrida de medio pelo, rara vez por encima del 8% del 'share' .
Así pues, considero que es momento de que el mundo del toro afronte una profunda reflexión. Cercado por actitudes antitaurinas, difícil televisivamente porque ocupa el horario infantil, y en una España en la peor crisis económica que se recuerda, sus protagonistas (empresarios, matadores y subalternos) han de poner todo de su parte para que programar una corrida, lejos de crear un problema, suponga una solución para las cadenas. Nosotros estamos dispuestos a hacerles un quite televisivo y salvarles del gañafón audiovisual, pero para eso es imprescindible que también sus integrantes entiendan que han de evolucionar hacia la modernidad. Una austera modernidad.
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