De
ahí y todo lo anterior parte el minucioso análisis DAFO
(Debilidades/Fortalezas y Amenazas/Oportunidades), que vienen a plantear
esa misión que se plasmaba al inicio del artículo y también la visión
de lo que la Academia quiere llegar a ser en el futuro y con mucho
trabajo: "esa institución capaz de conectar a los miembros de la
industria taurina, implicándolos y motivando su participación, con el
fin de dotar de valor, conocimiento, prestigio y nuevas ideas a la
actividad que desarrollan. Y al mismo tiempo, inspirar a la sociedad a
conocer sin prejuicios el apasionante mundo de la Tauromaquia, haciendo
de ésta una marca que en su imagen refleje los valores artísticos y
ecológicos que atesora".
Esto
es todo un reto que sería conveniente asumir. Que la Tauromaquia pase
de sobrevivir por su propia inercia, a vivir potenciando su valor y
riqueza, anticipándose a las circunstancias a partir del compromiso, la
inversión y el trabajo coordinado, sin más intereses que la propia
Fiesta.
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