23 noviembre 2011

los cárdenos que pasaron esta temporada por valència... y alberto aguilar

Hubo esta pasada temporada en la plaza de toros de València dos raciones de cárdenos. Una por Fallas y otra por julio con Adolfo Martín y La Quinta, respectivamente, además de una sesión de nouvelle cuisine con aquel mano a mano ganadero entre Miura y Victorino del mes de mayo que no fue la repera pero si tuvo varios puntos de interés.

De la primera cita en los postres falleros con lo de Adolfo Martín destacaron el valor y tremenda voluntad de Tomás Sánchez y las ganas por torear bien de quien resultaba toda una novedad como Alberto Aguilar y que al final llegó hasta el punto en el que fue herido por el sexto adolfo de la tarde. Y habría que añadir que Rafaelillo tampoco volvió la cara ante un lote imposible.

Tomás Sánchez y Alberto Aguilar le pusieron la guinda de la dignidad y la torería a la Feria de Fallas. Hacía mucha falta. Ellos no son precisamente adalides de nada, ni van de defensores de esto o de aquello. No están aquí por figurar ni por reunirse con ministros, presidentes autonómicos o diputados, pero con su actitud durante toda la tarde demostraron mucho más que otros que hicieron el paseíllo en esta feria y no fueron capaces de hacerle el mínimo favor a la Fiesta y más bien le metieron una puñalada.
Tomás Sánchez y Alberto Aguilar son, como quien dice, unos desconocidos, pero en València y frente a la corrida de Adolfo Martín encarnaron la verdad de la fiesta y la afrontaron a carta cabal, sin remilgos ni pasos atrás. Aguilar cayó herido, Sánchez se salvó por los pelos. Ambos quisieron hacer el toreo desde la pureza y la entrega total y lo consiguieron, y si no remataron el triunfo y el tremendo esfuerzo, fue por la maldita espada. Cada uno cortó una oreja, pero vaya orejas de enorme peso.
Rafaelillo con el primero y Tomás Sánchez con el segundo...


Y Alberto Aguilar con el sexto...




En julio volvieron los santacolomas de La Quinta con el recuerdo del triunfo la temporada anterior y una presentación irreprochable. Repetían en el cartel Tomás Sánchez y Alberto Aguilar: ¡toma premio! Y volvía José Calvo, que esa tarde cortaría una merecida oreja.

Por toros y toreros fue, sin duda, el cartel de la feria.

El cartel de la feria, entiéndase, por conjugar --a priori y a posteriori-- toros y toreros, dejó los espíritus de la afición rebosantes. A más de uno se le puso el vello de punta al ver a José Calvo torear al ralentí o acabó con la voz con una considerable ronquera por jalear a Alberto Aguilar ante dos de santacolomas de La Quinta que fueron puro lujo. El toreo es despacio y esta vez puede que fue demasido despacio y todo. Una exageración. El toreo más lento, imposible.

La corrida de La Quinta no decepcionó. Hubo uno muy cabrón, otro soso que ni mordía ni se rebozaba, uno que apuntó pero que se quedó a medias y dos que pusieron la pasión por las nubes con tal parsimonia en sus embestidas que el regusto dejado tardará en perderse. Y encima fueron seis tíos la mar de serios. 

Esa tarde explicaría su torero mejor José Calvo y, sobre todo, Alberto Aguilar que haría el mejor toreo de toda la temporada en València con la zurda y al ralentí.




Estas dos tardes más el mano a mano Miura vs. Victorino de mayo fueron los carteles que se salieron de la rutina, que marcaron en líneas generales la diferencia respecto a las previsibles superproducciones con las figuras y su toro. Y lo que dijimos tras las fallas valdría para el resto de la temporada a la espera de hacer un análisis general de la temporada en València y salvo contadas excepciones.

1 comentario:

Alejandro P. dijo...

Buen trabajo compañero. Ayer estaba pensando cual a sido la mejor faena de la temporada en Valencia. Y me quedo con la de Alberto Aguilar a ese "cárdeno" pero de la Quinta. Con el capote muy ceñido y muy bien. Espero verle el proximo año, y si puede ser en Castellón con la de Cuadri. Y no lo digo como algo malo.