Con la novillada del pasado domingo se cierran los festejos de clasificación del certamen Camino a Matador de Toros. Y con la final anunciada para el 8 de octubre, la pregunta es fácil y simple: ¿Y ahora qué?
Lo suyo sería anunciar a José Arévalo ya como campeón del concurso en solitario con los novillos de Santos Alcalde.
Se ha comprobado que los nueve novilleros anunciados, excepto el mentado Arévalo, poco tenían que decir. Y lo curioso del caso es que hay uno que ya es matador de toros, Miguel Ángel Delgado. Además, lo de los milagros todavía no se sabe a ciencia cierta que existan, y comprobado queda, en la plaza de toros de Valencia no se ha visto ninguno, si esa era la intención.
Siete novilleros, pues, han naufragado en Valencia entre mayo y junio sobre todo por una evidente falta de rodaje. Y lo peor es que delante tuvieron tres novilladas con grandes posibilidades. Muy interesante, complicada y con un gran novillo fue la de Montes de Oca, y nobles y con las orejas colgando las de Gabriel Rojas y Casasola.
Si aquí no se quisiera tapar el desastre se haría lo más sensanto: proponerle a José Arévalo, que cortó una oreja y se llevó una cornada, la opción de estoquear los seis novillos. El chaval se lo tendría que pensar y repensar, pero ganas de ser torero no le faltan. Y una cosa está clara y es que ese podría ser el arranque de una ilusión bien fundamentada.
A todo lo demás cualquiera le puede llamar pucherazo.
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