30 julio 2007
me la cuelgo
29 julio 2007
catarroja y la voz de su amo
"Narbona insta a la Abogacía del Estado a que paralice Nou Mil·lenni por falta de agua"
A Francisco Chirivella, alcalde, le debe sentar no muy bien. Más, cuando su gran y ambicioso proyecto está en un punto muerto: nos lo cuenta Samaruc en el suquet bó del seu all i pebre catarrogi, y en el que Xavi (per cert, salutacions) apunta en línea directa a la inestabilidad en la cúpula de Llanera.
Luego podrá decir lo que quiera, volver a poner la cassette del "agua para todos", otra vez. Hablando el propio Chirivella se delatará, como en una de sus últimas apariciones, esta vez en el Qué! gratuito. De nuevo, lo trae Samaruc en su all i pebre.
Pregunto, ¿le podemos llamar honestidad política a esta perla del gran Paco Chirivella?: "la agricultura no se sostiene. Apuesta por construir 12.000 viviendas y dotarlas de servicios y jardines". Porque yo lo valgo, hay muchas más.
Está claro que a Paco Chirivella hay que dejarlo hablar.
libertad de expresión y los que nunca han creído en ella
- "Que no les engañen, lo de El Jueves no es el verdadero debate sobre la libertad de expresión, por eso hablan incluso los que nunca han creído en ella".
- "Y hablo de comedia porque no me digan que no tienen guasa las declaraciones hechas por el ex Molt Honorable Zaplana defendiendo por encima de todo la libertad de expresión y de prensa. Del sainete al entremés,..."
- "El juez Del Olmo ordenó el secuestro de la revista satírica El Jueves porque en su portada aparecía una caricatura de los Príncipes de Asturias en posición sexual explícita. Como se trataba de preservar el honor y la intimidad de los príncipes, evitando que tamaño baldón pudiera ser visto por el pueblo, no hubo mejor ocurrencia que el secuestro. Para impedir la tragedia, la semana se quedaba sin jueves, pero el viernes llegó la farsa gracias a internet: ahora, el dibujo se convertía en objeto de morbo para millones de españoles y extranjeros".
28 julio 2007
contempopránea
En el momento de este post hacen su concierto La Habitación Roja y suena "París está ardiendo". Qué emoción.
a vueltas con jim morrison y su muerte
Su muerte ha levantado todo tipo de habladurías. La más oficial dice que la diñó en la bañera del hotel, mientras su novia, Pamela Courson, dormía. De un infarto o una sobredosis de coca o de caballo, vete a saber. Lo cierto es que no hubo autopsia, y si la hubo no se puso en negro sobre blanco. Incluso, hay quien dice que Morrison vive apartado de todo en Marruecos. Ahora, un nuevo libro sobre la vida del rockero, llamado The End y publicado en Francia, asegura que en realidad, Morrison murió de sobredosis de heroína en los baños del club parisino Rock and Roll Circus. El autor es Sam Bernett.
Pero de toda esta historia, lo único cierto es que dos de los componentes de la banda, Ray Manzarek y Robby Krieger, haciendo sus bolos, siguen explotando el mito de una de las más grandes bandas de rock de todos los tiempos: The Doors (1967-1971), que tuvo al frente a Jim Morrison, todo un mito, todo un icono. Un personaje.
27 julio 2007
para lo que sirve un triunfo legítimo
Así, en la Fira d'Agost de Xàtiva se programan los siguiente carteles:
16 de agosto, inauguración de la cubierta (aire acondicionado incluido), toros de Torreherbero para Enrique Ponce, El Cordobés y El Fandi.
18 de agosto, toros de Carmen Borrero, para Vicente Barrera, El Califa y Daniel Luque.
Mientras, en Requena:
26 de agosto, corrida de rejones con reses de Mariano Sanz, para Raúl Martín Burgos, El Cartagenero y Joao Moura jr.
1 de septiembre, toros de Guadalmena, para Jesulín Ubrique, El Cordobés y Javier Perea.
Los carteles de la Setmana Taurina d'Algemesí también están a punto e incluirán una corrida de toros con tres matadores y por lo tanto seis toros, cuando la tradición marca que allí los festejos siempre han sido de cinco. La corrida en cuestión será se celebrará el 27 de septiembre y Finito de Córdoba, El Fandi y César Jiménez, darán cuenta de un encierro de Torrestrella.
26 julio 2007
el día después, como hace una año: a las 5 de la mañana en pie
Imagen: Alberto de Jesús para Mundotoro.
tarde de emoción, casta y torería (triunfo grande de tomás sánchez y buen toreo de ángel de la rosa)
También hubo amargura, porque Ángel de la Rosa se vio incapaz de salvar las guadañas afiladas del cuarto a la hora de matar, hasta el punto en el que todavía no he dejado de pensar todo lo que se le tiene que pasar a un hombre vestido, en este caso, de burdeos y azabache, para volcarse sobre aquel abismo encampanado cuando sabe que justo al otro lado se encuentra la más grade de las glorias. Y también hubo esbozos de drama cuando un torero como El Renco a porta gayola ve acercarse al paso a un bicho de 600 kilos paso a paso recién salido de oscuro túnel de chiqueros, el toro mismo que le abrió la taleguilla a la altura de la ingle al subalterno Muñoz Bermejo tras dejar un par en todo lo alto.
Pero sobre todo, hubo uno que tocó el cielo con toda la palma de la mano y fue Tomás Sánchez. Imposibilitado ante el primero que no tuvo ninguna inercia para embestir por más que se colocase el de Rocafort en rectitud, fue en el quinto en el queTomás Sánchez se despojó de toda la torería que atesora y al marcado con el hierro de Abilio y Ramiro Hernández, el segundo hierro de Los Bayones, le cuajó una gran faena por naturales.
Poso, espuma y espesura, caldo completo de torero el de Tomás Sánchez, que se reveló en los tres tercios. En tono menor con la capa, en un gran tercio de banderillas y en una faena de muleta compacta e inspirada. Cierto es que Bailador, que así se llamaba el toro, salió con clase, haciéndolo todo por abajo, peleando en varas con fijeza en dos puyazos en regla y que llegó a la muleta como si fuera un examinador del valiente de turno que se le pusiera delante. O la gloria o la nada.
Inicio arrojado con ambas rodillas en tierra, una primera serie con la diestra, y de ahí a la zurda. Series largas, templadas, profundas, cargando la suerte, el torero enfrontilado. Enganchando por delante el viaje, haciendo crujir al toro detrás de la cadera. De hasta cinco naturales así de largos y el de pecho de corazón. Cada vez más despacio, con toro y torero, ambos, en suerte. Hasta cuatro series, el torero amo y señor y el toro que acabó marcando los adentros. La estocada, arriba, dos orejas de ley.
Era la viva imagen de la felicidad, la que contagia al aficionado, y a la que a cualquier torero le debe revolver las tripas. Más, cuando uno todavía anda cavilando por el tremendo fielato que le terminó amargando. Si no, que se lo pregunten a Ángel de la Rosa.
De la Rosa le había cortado una generosa oreja al que abrió el festejo, inválido y noblón, era el primero de los dos que salieron con el hierro de Abilio y Ramiro Hernández, tras una faena holgada que contó con el apoyo del paisanaje y que rubricó de una estocada de la que salió prendido del pitón.
La apuesta definitiva la puso sobre el albero Carasucia, con 580 kilos en la báscula, burraco de tremendo trapío y dos velas astifinas, de mazorca como el nácar y pitón negro. Salió incierto, llegando mucho a las telas, suspendiendo a caballo y picador en el aire y sembrando el desconcierto en banderillas. Una papeleta, que suelen decir.
Ángel de la Rosa se dobló por abajo. Bien. Se la echó a diestra para tragar con el medio viaje del toro. La emoción palpitaba a alta velocidad cuando agarró la muleta con la izquierda y se la echó. Brincó el olé en los tendido. Más abajo el cite, el toro engallado durante toda su lidia por fin humillaba y seguía los vuelos rebosantes de temple de la muleta de Ángel de la Rosa. Ceñido, apretado en un puño, surgía el natural limpio, mandón, cargando la suerte, marcando el viaje, por abajo y largo. Y otro más. Por fin, De la Rosa había impuesto su ley en tres series cortas, de tres y el de pecho. Volvió por una serie al toreo en redondo, que surgió de nuevo templado, también relajado y embraguetado. Luego, cambio de mano, y en el sitio ligado el natural. Otra serie, la faena hecha, el torero dominador.
Pero a la hora de matar, Carasucia volvió a colocar los pitones en lo más alto. Qué se le pasaría por cabeza a De la Rosa cuando antes se había colgado de un pitón. Se le hizo imposible, dejó al tercer intento un pichazo, sonó un aviso, y el descabelló se le enredó más todavía, sonó un segundo aviso y por fin el toro que se echó. Maldita sea.
La voluntad de El Renco estuvo al nivel de la tarde. Poco le faltó, sólo acertar con el acero, para tocar pelo en su primero, franco y de nombre Libretito. El Renco se mantuvo firme y sin redondear toreó sobre ambas manos con mando. En el sexto, el pavo de 600 kilos de nombre Gañito, y conforme se había puesto la tarde, se fue directo a la puerta de chiqueros. Le salió al paso el toro, deslumbrado, el torero tuvo echarse al suelo para no ser arrollado y salvar el pellejo. De recuerdo le dejó un pisotón a la altura de la rodilla a El Renco, que le dejó baldado.
Gañito sembraría el pánico con tres tremendas coladas por el derecho y en banderillas apuntando de ingles hacia arriba. Coraje y voluntad, lo puso todo El Renco hasta que se fue rendido a por la espada. No podía más.
En tarde de emoción, casta y torería, la felicidad era toda para Tomás Sánchez, que se iba por la Puerta Grande.
Imágenes: Rafa Mateo, para Burladero.
wher is johansson?
summercase (crónica tardía)
Y aunque en la crónica no lo he comentado, la versión de Arcade Fire de "Poupée De Cire, Poupée De Son", de France Gall, un lujazo.
24 julio 2007
apuntamos a miguel tendero
Torero, recibió a éste ganando terreno y asentando las zapatillas en su toreo a la verónica. Más todavía el arranque de faena, suave, intercalando los pases por alto y por abajo, y entre ellos un trincheranzo que fue un monumento. Miguel Tendero cuajó el redondo en un palmo de terreno, y de tres series al natural, fue la segunda la mejor, arrastrando la muleta agarrada por el centro del palillo a un palmo del suelo. Faena grande en la que se mostró también inteligente y resolutivo, capaz de sacar a relucir las virtudes del de Collado Ruiz, y no sus defectos como era la falta de fuerza.
Porque fue de falta de fuerzas el principal inconveniente presentado por una novillada bien presentada, que en conjunto fue noble. Sólo, por esa misma endeblez, el primero de la tarde se avisó antes de hora y le complicó las cosas al otro albaceteño del cartel, Juan Luis Rodríguez, que apuntó buenas maneras pero sin redondear.
Miguel Giménez, de la Pobla de Vallbona, tendrá que madurar. En su primero apuntó voluntad, mientras que al parado quinto no acertó a provocarlo.
hace quince años
JOAQUÍN VIDAL - Valencia - 25/07/1992. El País.
La afición valenciana se había desorizado y El Soro intentó resorizarla por todos los medios. Lo bueno es que no empleó ningún método bastardo sino el propio de los toreros que sienten su torería, y consistió en torear. Cómo, ya es distinta cuestión.La afición valenciana llevaba ensorizada once años, que son una barbaridad, y en tanto tiempo es natural que cunda el cansancio y se produzcan deserciones. Pero cuando anteayer Enrique Ponce armó en el coso aquel alboroto, la desorización ya fue total y los aficionados se hicieron poncistas.
No podía El Soro aceptar este súbito emponzamiento -es lógico-, concertó recuperar de inmediato su hegemonía torera, y lo intentó entrando a quites en todos los toros. No es muy seguro que el poncismo antes sorista se lo agredeciera. Estos públicos que se ensoran, o se emponzan, o incluso se espartacan -de todo hay- sólo aprecian lo que puede encender su triunfalismo, y ésos son los pases de muleta. No por nada, sino porque los pases de muleta están más próximos a la concesión de orejas. Los quites, en cambio, quedan lejanos, y los olvidan pronto. Distinto es el caso de los aficionados sin militancia -los que le tienen afición y ley a la fiesta, no a los toreros-, los cuales, en cuanto ven algo bueno, se pasan la vida rumiándolo. Y entre los variados quites de El Soro, hubo muy buenos lances.
Sus compañeros de terna no es que los dieran mejores o peores: es que no dieron ni uno. Los compañeros de El Soro, en el tercio de varas estaban de mirones y ni locos se les habría ocurrido hacer un quite. Concretamente el compañero Espartaco había establecido su mirador a la derecha del caballo, que es lugar prohibido. No sólo él: sus banderilleros también. Colocado en suerte el toro, la cuadrilla entera se situaba a la derecha, sencillamente porque les daba la gana, y aquello era un bofetón a la norma y a la lógica de la lidia. La afición purista estaba escandalizada y comentaba que por menos perdimos Cuba y Filipinas. Luego los toros de Espartaco eran unos borreguitos inocentes, y triunfó sin esforzarse. Nada especial hubo de hacer ni para dominar a los sumisos borreguitos ni para complacer al espartacado público. Pegó pases sin cruzarse ni cargar la suerte, mató pronto. Eso es todo.
Amostazó a la afición que los únicos toritos aborregados e inválidos correspondieran a Espartaco. La afición ya está muy mayorcita para creer en las casualidades. Los restantes tenían trapío, fuerza y casta, y esos sí que era necesario dominarlos. Emilio Muñoz toreó a los suyos con vulgaridad, y despegado El Soro. No eran maneras de resorizar a nadie, mas resultaba evidente que El Soro no se fiaba de sus toros. Y tenía razón, pues el sexto le enganchó por la faja y le zarandeó con la saña que los toros de casta ponen siempre en las cogidas. Fueron instantes angustiosos. Y cuando El Soro se incorporó, y siguió toreando maltrecho, a la afición valenciana le entraron remordimientos, algunos exclamaron "¡Qué hemos hecho, Deu meu!" mientras se daban de puñadas en las barbas, y todo el mundo se empezó a resorizar a marchas forzadas. Si llega a matar El Soro a la primera, Valencia se habría hecho sorista otra vez. Pero como mató a la última, la cuestión hegemónica del poncismo y el sorismo quedó aplazada. Hasta las Fallas.
hace quince años
JOAQUÍN VIDAL - Valencia - 25/07/1992. El País.
La afición valenciana se había desorizado y El Soro intentó resorizarla por todos los medios. Lo bueno es que no empleó ningún método bastardo sino el propio de los toreros que sienten su torería, y consistió en torear. Cómo, ya es distinta cuestión.La afición valenciana llevaba ensorizada once años, que son una barbaridad, y en tanto tiempo es natural que cunda el cansancio y se produzcan deserciones. Pero cuando anteayer Enrique Ponce armó en el coso aquel alboroto, la desorización ya fue total y los aficionados se hicieron poncistas.
No podía El Soro aceptar este súbito emponzamiento -es lógico-, concertó recuperar de inmediato su hegemonía torera, y lo intentó entrando a quites en todos los toros. No es muy seguro que el poncismo antes sorista se lo agredeciera. Estos públicos que se ensoran, o se emponzan, o incluso se espartacan -de todo hay- sólo aprecian lo que puede encender su triunfalismo, y ésos son los pases de muleta. No por nada, sino porque los pases de muleta están más próximos a la concesión de orejas. Los quites, en cambio, quedan lejanos, y los olvidan pronto. Distinto es el caso de los aficionados sin militancia -los que le tienen afición y ley a la fiesta, no a los toreros-, los cuales, en cuanto ven algo bueno, se pasan la vida rumiándolo. Y entre los variados quites de El Soro, hubo muy buenos lances.
Sus compañeros de terna no es que los dieran mejores o peores: es que no dieron ni uno. Los compañeros de El Soro, en el tercio de varas estaban de mirones y ni locos se les habría ocurrido hacer un quite. Concretamente el compañero Espartaco había establecido su mirador a la derecha del caballo, que es lugar prohibido. No sólo él: sus banderilleros también. Colocado en suerte el toro, la cuadrilla entera se situaba a la derecha, sencillamente porque les daba la gana, y aquello era un bofetón a la norma y a la lógica de la lidia. La afición purista estaba escandalizada y comentaba que por menos perdimos Cuba y Filipinas. Luego los toros de Espartaco eran unos borreguitos inocentes, y triunfó sin esforzarse. Nada especial hubo de hacer ni para dominar a los sumisos borreguitos ni para complacer al espartacado público. Pegó pases sin cruzarse ni cargar la suerte, mató pronto. Eso es todo.
Amostazó a la afición que los únicos toritos aborregados e inválidos correspondieran a Espartaco. La afición ya está muy mayorcita para creer en las casualidades. Los restantes tenían trapío, fuerza y casta, y esos sí que era necesario dominarlos. Emilio Muñoz toreó a los suyos con vulgaridad, y despegado El Soro. No eran maneras de resorizar a nadie, mas resultaba evidente que El Soro no se fiaba de sus toros. Y tenía razón, pues el sexto le enganchó por la faja y le zarandeó con la saña que los toros de casta ponen siempre en las cogidas. Fueron instantes angustiosos. Y cuando El Soro se incorporó, y siguió toreando maltrecho, a la afición valenciana le entraron remordimientos, algunos exclamaron "¡Qué hemos hecho, Deu meu!" mientras se daban de puñadas en las barbas, y todo el mundo se empezó a resorizar a marchas forzadas. Si llega a matar El Soro a la primera, Valencia se habría hecho sorista otra vez. Pero como mató a la última, la cuestión hegemónica del poncismo y el sorismo quedó aplazada. Hasta las Fallas.
la comparación
Y este es una de las imágenes de los zalduendos que circulan por la blogosfera taurina, y que alguien se atrevió a decir que eran toros.
* * *
La primera imagen es de Rafael Mateo para Burladero. La segunda de La Tienta.
el jueves tenía un plan b
Sin duda, parece, que, a 24 de julio de 2007, hacen falta más Polancos y también más Jueves, además de otras muchas cosas que no voy a enumerar ahora.
23 julio 2007
sigo
Por eso y por la evasión del fin de semana he tenido descuidados los comentarios sobre lo que acontecía en la Feria de Julio.
Primero lo más reciente, luego nos remontamos. En tarde de intenso poniente, que ha caldeado Valencia hasta los cuarenta grados, la becerrada con la que inicia su recta final la Feria de Julio sirva de ejemplo de actitud y de querer. La fiesta sin amaneramientos, será la ternura de los chavales, una eralada guapa y lustrosa de La Remonta para un francés y dos valencianos, Patrick Villebrum y Fernando Beltrán y José Arévalo. Ojo con el concepto del más hecho, el francés, de zapatillas asentadas y de muleta adelante. Sabe de qué va el asunto y si no tocó pelo fue porque manejó los aceros de manera calamitosa.
Beltrán mostró su dimensión ante el quinto, un manso astifino al que le intentaron poner cuatro pares porque no era posible meterle ningún puyazo por la ausencia de picadores. En las huidas del eral se encontró con Beltrán pegado a tablas. Allí le dio tela, y se la jugó en cada arreón. Atravesado, aculado en tablas se tiró a matar. Era evidente que no iba a dejarle pasar, y el de Remonta lo prendió por la axila al tiempo que dejaba la espada enterrada en lo alto.
José Arévalo cumple con el significado de la palabra novillero. Fuerte como un león, lo intenta todo en un derroche auténtico de ganas y facultades. Mal que bien o al revés lo intenta todo y, cuando sale revolcado, consigue salir airoso la mar de torero. Si cortó una oreja en cada uno de los de su lote fue por todo eso, por estar presente en cada momento y también por su contundencia a la hora de matar.
Fernando Beltrán fue atendido de una "cornada en axila izquierda de quince centímetros de extensión superficial que interesa piel y tejido celular subcutáneo con dos trayectorias. Una ascendente de 15 centímetros que diseca el paquete vásculo nervioso axilar, sin lexionarlo. Otra descendente de 15 centímetros que diseca el músculo bisceps braquial. Pronóstico menos grave. Trasladado al Hospital de Sagunto."
Ahora nos remontamos.
Viernes 20 de julio, hubo menú ecuestre. No es lo mío, pero una al año no hace daño. Además, el cartel era hasta interesante. Bohórquez, Hermoso y Cartagena dieron cuenta de un encierro propiedad del primero. Correctos Bohórquez y Cartagena, Hermoso dio una lección. Asumiendo riesgos relativos y aprovechando hasta la última arrancada de sus toros. El esperpento, que raro es el día que Valencia no vive uno, fue cuando el presidente asomó el moquero azul para conceder a la vuelta al ruedo al manso y huidizo quinto del que le había concedido las dos orejas al de Estella.
Sábado 21 de julio. Ya lo dije en Fallas, y en julio he vuelto a disfrutar con José Calvo. Sus formas, su concepto, su valor. El temple con el que sostuvo a su primero y como se colocó siempre en el sitio exacto para romper al cuarto hacia delante. Al que había cuajado lo pinchó y con el que se la había jugado, se le adivinaba en la mirada, estaba convencido de que iba a reventarlo, pero cuando montaba el acero un infarto dejó tieso al toro. Calvo fue el único que lidió dos de El Torreón. Fernando Cruz, que volvía tras la cornada de fallas, lidió sólo uno y otro de La Dehesilla. Dubitativo en ocasiones, no tuvo su tarde. Tampoco Ambel Posada, que no encontró su sitio con su lote (el primero de El Torreón y el otro, de José Luis Pereda). Ni con el jabonero tercero tan noble como flojo y ni con el sexto, que me gustó, de Pereda, muy en el tipo Núñez, metiendo la cara en los lances de recibo, cumplidor en el peto metiendo los pitones en la bajo vientre del equino, se vio ahogado por un Posada que no se permitió ninguna licencia. Era bravo, estoy seguro.
Domingo 22 de julio. Era la primera de las novilladas y sorprendió Pepe Moral a aquello que no están puestos, que son mayoría. Pocos, muy pocos sabían que venía de triunfar en Las Ventas, nada más y nada menos, o que la temporada pasada se alzó con el Zapato de Oro de Arnedo. Pero mejor así, porque más fueron los sorprendidos por toreo de capa a la verónica de inicio, jugando los brazos, ganando terreno. O por como ligó el toreo, asentadas las zapatillas, girando sobre su propio eje, encajado de riñones y con gusto. Cortó una oreja a su primero, que no hubiera pasado nada si hubiesen sido dos, y con su segundo la faena se fue embarullando hasta la suerte suprema donde varios pinchazos dieron al traste con cualquier opción. Óscar Sanz volvió a apuntar y otra vez, con una orejita, se quedó a las puertas. Novillero de envergadura y fiel a su concepto puro, tendrá que esperar otra oportunidad siempre y cuando no desespere, que ya van a ser diez años de novillero. De Andrés González, de los González de Albacete, diremos que el suyo es un estilo tosco, por no decir chabacano, y también que qué hacía anunciado en Valencia por segunda vez. La novillada de Santo Alcalde fue un lujo para los taurinos y sus chavales. Dulces, nobles y con las fuerzas gustas para ir y venir.
Imágenes: Alberto de Jesús.
20 julio 2007
Cada día menos toro y oreja para Ponce y Manzanares
La gráfica de la feria marca tendencia descendente y cada día nos tenemos que conformar con menos. Menos toro, y el toreo en cuenta gotas para paladares finos. El público de paso tiene de sobra con una buena colección de circulares por tarde. Pero uno como que ya no sabe de qué sospechar. Diremos, para hacernos la idea, que la corrida de Salvador Domecq, con los remiendos de Román Sorando, que salió en primer lugar, y de José Luis Pereda, sustituyendo al quinto, fueron, unos por otros, mansos, flojos y sobre todo descastados y escasísimos de trapío.
Si por algo ha de pasar a los anales, que no hace falta, la única actuación de Enrique Ponce en la Feria de Julio de 2007 lo será por los tres circulares invertidos –qué feo nombre, por cierto- que le recetó al cuarto sin enmendar los terrenos. Ya me dirán, pero es que los tendidos de sol enloquecieron. Antes, la película había sido según la suele escribir Ponce, metiendo al toro en el casto para hacerlo romper siempre hacia delante. Primero con unos toreros doblones, luego con la muleta siempre por delante, tragando y haciendo tragar. Mérito, claro que sí. De oreja. Pero pedimos más, más toro, no el terciado y estrecho de sienes, aunque bien armado, que acabó pasando por el aro.
El que abrió plaza de Román Sorando no era más que un mulo que sobrepasaba los 600 kilos, destartalado, pobre de cara e incapaz de embestir, que ni Ponce, y eso ya es extraño, no pudo hacer nada.
Sebastián Castella, que repetía esta vez en sustitución de El Cid, hizo alarde de valor apurando demasiado los terrenos, pero llegó a los tendidos y él mismo manejando fatal los aceros lo mandó todo al traste. Su primera faena, mejor. Estatuarios de inicio, la muleta planchada, el cite por delante, temple y ajuste. Más cerca no se los puede pasar, quiero decir. Además, su zurda estuvo exquisita. La pena el metisaca, los pinchazos y descabellos con los que emborronó la obra.
Al quinto, sobrero de Pereda, avanto de salida y manso, le ofreció los medios. Allí lo hipnotizó moviéndole el péndulo metido entre los pitones sobrado de valor. No había más. Merecidas fueron las ovaciones, pero esa espada necesita un remedio inmediato.
José María Manzanares, que no tuvo más que abreviar con el descastado tercero, se llevó los olés más rotundos de la tarde en el sexto. Una trinchera en el prólogo, largos derechazos, algún natural, un de pecho, otra trinchera. La faena, buena, no acabó por romper. El toro, un zapato que se suelen decir, chico, cómodo y de bonitas hechuras, tomó la muleta metiendo la cara por abajo, planeando, que daba gusto. Hasta que empezó a pararse, obligando a Manzanares rectificar la colocación para extraer cada muletazo. Al final, estocada arriba y oreja.
19 julio 2007
castella por el cid
18 julio 2007
esto sí que es raro
Raro, raro, es que El Juli tuviese que parar hasta tres toros, y que los del hierro titular padeciesen de lo mismo. Las sospechas van en dos direcciones, al ruedo, demasiado blando, lleno de hoyos, o malpensando, a los efectos nocivos que provocan determinadas sustancias prohibidas. También sé, aunque suene raro, que se correrá un tupido velo y aquí no se planteará ningún juicio paralelo ni nadie tirará del hilo para esclarecer ninguna trama, y esto no es raro, es de lo más normal en este bendito y sospechoso mundo de los toros. Haya paz.
Pero a mi me seguirá pareciendo raro o no normal. Le pasó al primero de Vicente Barrera, que hizo bien en no entretenerse demasiado y acabó rápido con una entera desprendida. Luego vino el vaivén de sobreros. El primero se llamaba Indigente, y con todos los respetos, así estaba, hecho una cataplasma o medio sonado. Luego un tal Gringo, lo mismo. El Juli tenía cierto mosqueo, aunque no se porqué.
Y conformé se confirmaba la segunda devolución, Luis Álvarez y José Antonio Campuzano, anticipándose a cualquier acontecimiento se metieron en corrales. La corrida se había quedado sin sobreros. Saltó el primero de La Palmosilla y El Juli mantuvo el tipo de manera digna y recetó un estoconazo, que fue de agradecer.
Para entonces Álvarez y Campuzano ya habían vuelto a su puesto en el callejón, le tocaba el turno al suyo, a Sebastián Castella. Le tocó en suerte un tal Estresado de la ganadería del Marqués de Domecq, que como sus hermanos de camada lidiados y devueltos a los corrales, carecía del trapío exigido en plaza de primera y decente (sus pesos: 479, el 1º; 470, el 2º; 516, el 2º bis).
La dicha, puro conformismo, fue que Estresado se mantuvo en el alambre por su justeza de fuerzas, mientras que ya el resto lo puso un Sebastián Castella la mar de templado desde el saludo a la verónica y en un posterior quite por chicuelinas suave y ajustado.
Respetado en varas y con dos soberbios pares de Curro Molina, quedó Estresado para la muleta hecho un bizcocho, por blando, noble y manejable. Con él, Castella estuvo a placer. Ajuste y temple, incluso se permitió el lujo de la profundidad. En los medios la faena fue cimentada en la diestra, dejándose llegar mucho al tierno bizcocho y marcando el viaje hasta detrás de la cadera. El natural no le salió tan bello. Luego vendrían circulares eternos. Las dos orejas estaban cantadas, la faena al medio toro había rayado a gran altura, pero pinchazo y media efectiva lo dejaron en un apéndice. El gozo de una plaza otra vez llena en su tres cuartas partes y mirando entonces la merienda de reojo, en un pozo.
La salida de Bombero, también del Marqués, hizo pensar que algo iba a cambiar porque tenía estampa de toro: largo, fuerte, bien hecho y con cuello. Vibrante, metió el hocico buscando los vuelos del capote de Barrera y puso al de Cronista Carreres en un aprieto. Pies para qué os quiero. Luego, todo ese ímpetu se esfumó como por arte de magia. Qué raro, no.
Quedó dócil, alegre, con buen son, sin la voracidad que había enseñado de salida. Y nos reencontramos con uno de los mejores Barrera de los últimos años, para qué mentir. Distancia y quietud, aquella formas amanoletadas que le dieron fama. La muleta por delante y en temple en la mayoría de las ocasiones, bien. Aunque al natural sólo fuese una serie. La estocada, arriba, fulminante, el toro la aplacó hasta reducir la euforia y dejar el premio en una oreja.
El Juli lidió en quinto lugar al otro sobrero, de Jandilla, que no fue como los de ayer. Bizco, pero astifino, y vareado. Le buscó las vueltas por los dos pitones, obligándole a embestir por abajo, atacando, hasta que el jandilla dijo, hasta aquí. El estoconazo en lo alto, de premio.
Castella tuvo que rascar en el sexto, que fue picado con mesura. Descompuesto, era necesario tirar de temple, valor e inteligencia. Primero fue al natural y salió tropezado. En redondo lo recogió en la primera serie. Firme el torero, templado el muletazo, largo se iba el toro. Se iba arriba la faena. Luego se descomponía, surgía el enganchón, y se emborronaba todo un poco; y así, con la muleta hecha un ovillo tras un circular por la espalda se fue a por la espada, de la que todo dependía. Y nada, pinchazo y estocada, se cumplían las dos horas y cincuenta minutos de corrida. A casa.
17 julio 2007
Casta, bravura y sentido (o llámenlo como quieran) y triunfo de César Jiménez
La ovación de salida a Jiménez destapó el ambiente. Luego los de Jandilla, que hasta el cuarto sacaron casta, bravura y hasta sentido. Llámenlo como quieran, pero como se suele decir, a ver si tenemos la dicha de una corrida a este nivel en lo que queda de feria, que ojalá.
Que ninguno fue tonto y al menor descuido, a los lomos que se echaban al matador de turno. Primero a Jiménez el segundo, por un no me subas la mano que te cazo. Lo avisó primero, luego lo empaló por la corva al intentar un de pecho. Luego a Talavante, que se había quedado fuera de cuadro, lo sorprendió el tercero mientras rectificaba los terrenos y lo buscó entre las pezuñas, le pasó el pitón por la yugular y lo lanzó varios metros más allá. Y por último a El Califa, el mastodóntico cuarto, a la hora de matar, esperándolo con la cabeza baja no le dejó pasar y le dio una soberana paliza como para romperle las costillas.
Fueron estos tres los puntos calientes de la tarde, los que confirmaban que la corrida no era cualquiera, sino que tenía casta, bravura y sentido. O llámenlo como quieran. Pero quién lo iba a decir, que en el campo había una corrida con el hierro de Jandilla desamparada y que sustituiría a una de Joaquín Barral en plena Feria de Julio. Aunque hubiese uno que pesaba 495 kilos (el 2º) y otro 605 (el 4º) y por hechuras cada uno fuese de su padre y de su madre.
Lo de César Jiménez, que triunfó, por cierto, y salió a hombros tras cortarle dos orejas al segundo, era, en cambio, predecible. Por la costumbre. Por eso tal vez el presidente le concedió un segundo trofeo que admite todo tipo de discusión.
Predominó en la faena de Jiménez el toreo en redondo. Ligado, encajado, largo y por abajo. Vibrante, pronta la embestida, franca cuando los vuelos se le ofrecían a ras de albero. Por arriba, nada, y eso que avisó. La voltereta, ahí hay un toro de nombre Tontiloco, y la estocada arriba y efectiva. Que dos orejas, pues dos orejas. César Jiménez suma y sigue en Valencia, con el permiso de la empresa.
En el quinto un poco más y le dicen que de Puerta Grande, nones. Más que nada porque nunca se confió ante una embestida bronca de cara alta, aunque por el pitón derecho se fuese largo. Era tan transparente el trance por el que estaba pasando, que Jiménez optó por disfrutar de la Puerta Grande acabando con este quinto de estocada trasera.
El Califa, tal y como salió del patio de cuadrillas -raudo-, buscó el triunfo. Ahí estuvo su pecado. El primero, bajo de trapío y pobre de cara, pero tremendamente encastado exigió mando y poder. Era toro de treinta muletazos y con un pitón izquierdo para asumir el riesgo que planteaba. Se llamaba Atrevido, pero éste era negro.
El Califa tiró de repertorio. El cambiado en el centro del platillo para empezar y la muleta a la zurda. Un trago, se comía la muleta tanto que resultaba pegajoso y se ceñía al eje. Atacado tomó la diestra, por ahí dejaba respirar lo justo. Muleta por delante, abajo y vaciar atrás era la intención. Otro, el resultado. Vuelta a la zurda, otro trago. A la hora de matar se puso molesto el toro, a escarbar y demás. Como pidiendo guerra. Al final, pinchazo y estocada atravesada.
Con la misma actitud, la de la búsqueda del triunfo a toda costa, salió a plantarle cara al grandón cuarto. Largo y hondo, manso en varas pero con cierta clase, pidiendo temple. Se esforzó El Califa en lo fundamental y echando rodillas a tierra. A la hora de entrar a matar la cogida se intuía, el toro al acecho con la cabeza abajo, no le dejó pasar aunque sí coló la mano y le endosó una entera. Fue una oreja.
Otra también para un Alejandro Talavante que anda borroso. Sin la brillantez de Sevilla, por ejemplo. Poco lúcido. También destemplado, y eso que pocas veces los engancha adelante y tiene por costumbre esperarlos atrás. Toreo de mando más bien poco, la impresión es de que allí pasaba el toro solamente. Tras la dramática voltereta que llegó por sorpresa, hizo lo mejor: una serie en redondo entregada a la causa del toreo, el clásico cambio de mano y una serie con la zurda a pies juntos. Pinchazo y estocada, en medio un aviso, y oreja.
El sexto planteó mayores problemas, por eso a Talavante se le vio más difuminado. Con la cara arriba, hachazo va, hachazo viene, la muleta otra vez atrás dejando pasar al toro a su aire, cuando no resultaba el enganchón. No cabe duda, Talavante no dio con la clavija ni tampoco hizo por buscarla. Lo peor el bajonazo fulminante con el que concluyó lo que había sido una buena corrida de Jandilla (el tercero con el hierro de Vegahermosa) en la que el idilio de César Jiménez con Valencia escribía un nuevo capítulo.
empezamos
Y empezamos con un cartel que ya ha sufrido variaciones. La corrida anunciada de Joaquín Barral, atrás por falta de peso, ha sido sustituida por una de Jandilla, y el puesto del lesionado Fandi será ocupado por César Jiménez, que de esta manera pone paz a su relación con la empresa. Por delante, El Califa en una de sus escasas comparecencias en plazas de primera esta temporada, y por detrás un Alejandro Talavante que no acaba de encontrarse últimamente.
13 julio 2007
rajoy, que ha perdut l'oremus
Le puse en suerte al señor google dos palabras: "rajoy" y "milagro"; y me ofreció lo que sí fue un verdadero milagro. Parece que ha perdido la memoria o ya ni se acuerda del concepto milagro. Porque lo que dice el señor google, va a misa. El Vaticano, en cambio, sí sigue teniendo más o menos claro de lo que van los milagros.
Que no es por aguarle la fiesta a Mariano. Que si quiere que lo intente, que le pase los datos a la Santa Curia a ver qué dice de la detención de presuntos etarras por parte de los cuerpos de seguridad del Estado. Pero a mi me parece que una persona con varios millones de votos a la espalda no está para decir tonterías cada vez que le plantan un micro en los morros. En este caso, hasta Aznar y sus majaderías tienen disculpa y son graciosas.
summercase..., y a la vuelta feria de julio
Vamos, que si estoy en el recinto del Fórum a eso de las 20:30 no me pienso perder a Sr Chinarro, y a partir de ahí a PJ harvey, Flaming Lips, Arcade Fire y Bloc Party. Y ya el sábado, a Sunday Drivers, James, jarvis Cocker, The Twang, Jesus and Mary Chain y Kaiser Chiefs.
Si queda vida, le lloraré a mi sufrida pareja que qué le parece el cartel Jesulín, Castella y El Cid con toros de Valdefresno del domingo en la Monumental. A la vuelta, la Feria de Julio.
Jarvis Cocker, Heavy weather
con el jet lag de san fermín
Como también han desengrasado o han abierto paréntesis hasta el pobre de mí los de clase política navarra. Veremos si con resaca les saben dar solución o se ven abocados de nuevo a otras elecciones. Aunque mejor que otras elecciones sería preferible lanzar otro chupinazo y vuelta a empezar. Sería la mejor manera de ver monos y callados a los de UPN y NaBai, porque la verdad, como dicen de Italia, que con tanta belleza que hay por las calles a los italianos no les hace falta quien les gobierne, pues lo mismo con los navarros, dales sanfermín, que no hace falta ni policia, ¿o también iban de blanco y rojo?
Que no hay en el mundo entero unas fiestas sin igual. Riau, riau. Son palabras que bastarían para explicar la estancia en una ciudad de bote en bote las 24 horas del día. Se me hace imposible transcribir o tratar de contar el periplo de bar en bar, callejando a trompicones entre una multitud danzante venida de sabe dios dónde, txarangas sinfónicas y megáfonos de moda a precio regateable; es un todo blanco y rojo que te obliga a meterte de lleno. Cómo no. El blanco y rojo nos camuflaba a todos, la masa era una y sólo había que dejarse arrastrar y disfrutar. Y si por la espalda te caía media cerveza, había tomarla como refresco. Pero ojo, perder a los tuyos era demasiado fácil. La marea blanca y roja se engullía a cualquiera y sólo un toque de móvil era capaz del rescate, siempre sujetando el fuerte el vaso.
Me quedo con el Riau, riau. No sé, alrededor de las seis de la tarde del seis de julio. Por estrechas calles, la multitud, en medio la banda, cientos, miles. Eran las fiestas de esta gloriosa ciudad es su máximo apogeo. Ahí que entrábamos.
Porque llegaron las fiestas de esta gloriosa ciudad. Que no hay en el mundo entero, unas fiestas sin igual. Riau, riau. Y otra vez. Vuelta a empezar. Porque llegaron las fiestas de esta gloriosa ciudad. Que no hay en el mundo entero, unas fiestas sin igual. Riau, riau.
Y todavía siguen.
El encierro imposible, optamos por verlo en casa y por La Primera. Molés no sabe callar y su equipo tampoco. Además, está claro: Cuatro ofrecerá íntegro el encierro, pero a La Primera de todo el tramo que retransmite no se le escapa prácticamente nada, y además Solano es la voz (y el silencio) de San Fermín.
Corrida vi la de Miura y en Pamplona eso de ver toros es otra cosa. Por el cansancio acumulado por la (des)personalidad de la plaza. Si al aficionado cabal le puede costar lo suyo concentrarse, no digo al torero cuando ve que a las primeras de cambio le cae un balonazo al toro.
Precavidos Encabo, que ya está pensando en otras cosas, y Robleño; lo de Rafael Rubio "Rafaelillo" es de dos auténticos pares. Le amenazaba el de Miura y "Rafaelillo" ex-niño prodigio de esto de la tauromaquia se lanzaba literal encima, no sé si darle un cabezazo o un bocado en todo el testuz. Era otra historia. Los unos intentaron hacer el toreo moderno, y nada. Ni con el vibrante cuarto. Hubo miuras con la virtud de hacer las cosas por abajo y de rebotarse cuando les subían las telas. No, por ahí no. "Rafaelillo" abuso del doble pase de pecho y a punto estuvo de volar por los aires, y acto seguido lo del cabezazo. "Rafaelillo" no lo planteó ni a la antigua ni a la moderna, hizo de aquello una cuestión de dos pares, simplemente.
05 julio 2007
pero yo no digo nada
Que quiero las actas, decía Mariano. Y nada, que de ahí no lo sacabas. Entonces, Rubalcaba anunciaba que los terroristas detenidos en Francia preparaban un atentado inminente. Electoralismo puro y duro, serían capaces de decir.
Mientras, contábamos cadáveres por televisión que bajaban de un avión. Un ataúd, dos, tres, cuatro… y siete ataúdes. También heridos, uno, dos, tres… Están todos. También los del año pasado, los del metro en Valencia. Buff, esos de refilón en Canal 9 porque la actualidad más candente es la que manda, la actualidad, el glamour náutico y todo lo que huela a santidad y no a "adoctrinamiento". Ya ves.
Otra vez, que quiero las actas, ¿cuáles, aquellas en las que dice que Navarra se vende? Oye, mira, por hacerle un favor a Mariano me voy a acercar a Pamplona a ver si es cierto. Que coincida con San Fermín no deja de ser mera coincidencia. Ni mucho menos es electoralismo. Es para ver si así encuentra un nuevo discurso y como le dice ZP, dejan de salirle delfines espontáneos. Aunque el favor no se lo merezca del todo porque como dice el dicho, quien no se fía no es de fiar. Pero yo no digo nada.
Bueno, va, unas pdts:
- Que el certamen "Camino matador de toros" está a punto de resolverse, un día después de lo previsto, seis días después de su conclusión. Y yo ya dije que lo dejaba desierto y me buscaba otros tres novilleros. Me dicen que será como en el colegio, que quien saque un cinco, aprobado y pasa a la Feria de Julio, la del calor, la merienda y el toro guapo.
- Que ya tiene horarios, que el Summercase 2007 se acerca.
03 julio 2007
hace un año
juego de niños
La foto es de AP y la encuentro en El País. Son niños en Irak jugando a ejecutar a otro.
Otra vez reapatriación. Llegarán a España desde Yemen siete bolsas con cadáveres, esta vez de turistas. ¿Cuál era la inhibición ahora, quedarse en casa?
Habrá que preparar las tripas para tragarse el debate sobre el estado de la Nación.
02 julio 2007
jonston
quiero ser facha, quiero ser beata
Vuelta a la división y a la memoria histórica interesada, parcial y restringida con enormes lagunas. Simplemente preguntaremos cómo estaba el censo de bautizados entonces, en el 36. O cuál fue el odio por el murieron todos los demás. Pero viniendo de quien viene, no caben preguntas.
Aunque no hace ni cuatro mes, afirmase: "Ante las propuestas que se han presentado como recuperadoras de la llamada “memoria histórica” todos hemos de evitar reavivar sentimientos de odio y de destrucción".
Lo que no sé es cómo no termina por explicarse sus temores simplemente mirándose al espejo. Él, que alerta sobre "las continuas sesiones de adoctrinamiento a las que estamos sometidos por los políticos que nos gobiernan, de medios de comunicación, y la cultura oficial". Pero los milagros así, evidente, no existen.
Las cosas, evidentemente, se pueden hacer de otras formas.
* * *
Sin quitarnos la sotana, anunciar que desde ayer, San Josemaría ya tiene parroquia en Valencia. Por si nos faltaba algo, oye tú.
* * *
Canta Parálisis Pemanente