la feria de fallas del 'anúnciame y ya veremos'

Se presentó la Feria de Fallas de forma oficial. No había más que conocer, pues los carteles ya eran más que sabidos. Y la nebulosa con la que arranca la temporada, continúa. El G-10, la triple entente empresarial en el fortín de Las Ventas, los derechos de imagen, All Sport Media, la televisión y el intervencionismo político, siguen trabando el correcto devenir de la Fiesta en un momento que no es precisamente el más adecuado.

Simón Casas catalogaba ayer de milagro haber abierto el abono en la fecha prevista. La Diputació de València, por su parte, se había hecho a un lado. No era cuestión de lastrar más allá del pliego la confección de una feria ante tan extraña situación. El diputado de Asuntos Taurinos, Isidro Prieto, al corriente de las dificultades, hubiera aceptado incluso el plan B de Simón Casas de haberse enrarecido todavía más las cosas. Una duda: vistos los resultado de las Fallas de 2011... ¿el plan B iría por aquí?

Un 'anúnciame y ya veremos' ha sido la diferencia por la que una parte del G10 está y otra no está. Y eso lo han podido decir únicamente los socios de Simón Casas, Toño Matilla o Manuel Choperita, quienes además de empresarios junto al francés en Las Ventas, son apoderados de José María Manzanares, Juan José Padilla, El Fandi o Alejandro Talavante. Esto sí es el arte de birlibirloque, vaya que sí.

En cambio, como a Morante o Cayetano, Perera o César Jiménez los llevan apoderados independientes, pues no ha podido ser. No eran capaces de decir 'anúnciame y ya veremos'. Mi no entender. Por cierto, ¿Serolo es independiente?

La única conclusión posible es que la desiformación y falta de claridad del mundo del toro es brutal. Ahí da en el clavo Simón Casas cuando lo reconoce y dice que "ahí --en la negociación con All Sport Media-- faltó mucho diálogo y comunicación". Y tiempo. Y ganas de arreglar las cosas y de no complicarlo más. Los siguientes capítulos de Sevilla y Madrid no pintan mejor por el momento. Aunque cabe una rendija: Casas dijo que a la misma hora en que se presentaban los carteles, el G-10 se encontraba reunido. A ver qué pasa y sino pasa, salirse del monótono sota, caballo y rey tampoco viene mal.

Por cierto, más que curiosa resulta la autogestión de Enrique Ponce: él mismo negoció su contratación fallera según contó Simón Casas.

Y en medio, el nuevo protagonista, All Sport Media y su pack premiun e indivisible con canon fijo y a tanto por ciento según la audiencia.

La feria rompe con lo establecido, pone en movimiento a Fortes, Silveti o Castaño, entre otros, y sobre todo a Diego Urdiales, David Mora e Iván Fandiño, pero aun así soporta demasiado el peso del toro previsible de las figuras: Jandilla, Garcigrande, Zalduendo frente las notas ganaderas de mayor interés: Adolfo Martín, Alcurrucén y Fuente Ymbro. Dejamos fuera a El Capea, triunfadora la tempora anterior y que por ello vuelve en el día grande, y no se entiende como repite Valdefresno tras la soberana mansada de octubre. Hay nombres que sobran, mediáticas que nos obligarán a viajar a Castellón, cambios de cromos típicos --anúnciame y veremos-- y como decía aquel: ¿qué torero es el más te gusta? Aquel que no he visto todavía. Pues de esos hay unos cuantos que no se han visto por València o bien se han visto poco.

La feria puede sorprender, no lo dudo. Rentable --media plaza, tres cuartos da de sobra para echar cuentas-- seguro que será: dos o tres llenos. Y adonde apunta sobre todo es al futuro si las cosas no vuelven a su cauce. Que mejor así a ver qué pasa y los que se han quedado fuera, que vayan calentándose.