adiós y déjà vu

Ser portada en tu adiós no sé cómo se puede tomar. Tener todo un alcachofar de micrófonos más nutrido que nunca, cómo que debe imponer. Decir adiós de manera repentina, sintiendo el aliento del partido y la prensa afín y agradeciendo la nobleza del rival, bien necesitaban las 24 horas de margen para la reflexión, para analizar la descompensación entre el adiós y la trayectoria, un pensar a partir de ahora qué. Porque la decisión ya estaba tomada, di adiós, por un baño de diseño y una cocina a la última tras perder dos elecciones. Luego, cuando llegues a casa no serás Secretario General de PSPV, donde pretendías aguantar al menos medio año más para vivir de cerca otras elecciones sabiendo que tu proyecto ya había fracasado. Llegarías y en algún momento, antes de coger la cama pulsarías el botón todavía reluciente para que aquello corriera hacia las cloacas.

Al revés, los que dejaste en la sede, tanto en Blanqueries como en otra, la de Madrid, en ejercicio de regresión, han decidido volver al principio de los tiempos para montar la gestora interina. El elegido ha sido Joan Lerma, todo un déjà vu, o la triste realidad que presenta el socialismo valenciano, que en 12 años no ha afirmado a nadie al frente de sus filas, ni ha interesado lo más mínimo a las altas esferas que han pululado por Ferraz desde 1995. Tanto, que ahora hasta el miembro mejor valorado del ejecutivo, la vicepresidenta Fernández de la Vega, tenía sus dudas para encabezar la lista para las generales en la provincia de Valencia, aunque ahora ya lo ve mas claro. Así es, que o era Lerma, o sino ¿quién? Y esto todavía no ha acabado. El PP lo ve tan claro, que incluso es capaz de callar.

La imagen que encabeza el post es de Miguel Ángel Montesinos para Levante-EMV