Artículo de Francesc de P. Burguera en El País de hoy, edición Comunitat Valenciana.
El presidente Camps y los miembros de su Consell no quieren que los valencianos podamos ver TV3. Para obtener una adecuada formación y una correcta información, ya contamos con Canal 9. Y, además, no se corre el peligro de que puedan percatarse los televidentes de que los locutores y presentadores de TV3 hablan la misma lengua que los locutores y presentadores de Canal 9. Es decir, que catalanes y valencianos hablamos la misma lengua.
Cuando hace unas semanas se cerró y precintó el repetidor de la Carrasqueta que permitía ver la emisión de TV3 en las comarcas de Alicante, y ante unas declaraciones del presidente de la Generalitat de Cataluña, el diario ABC decía lo siguiente: "Camps apaga la emisión de TV3 y Montilla enciende el pancatalanismo". El mismo día, El Mundo, por su parte, afirmaba en un editorial que: "El presidente Montilla desprendió un tufillo colonialista". Habría que decirles a los señores de ABC y de El Mundo, que aquí, en el País Valenciano, el único colonialismo que sufrimos no es el "pancatalanismo" sino el pancastellanismo. Sobre todo en los medios de comunicación audiovisuales. Y alentado por el propio Camps y su gobierno. Recuérdese lo que hizo el Molt Honorable President de la Generalitat Valenciana a la hora de repartir las emisoras de TVD. ¿A quién fueron concedidas las licencias? Al ABC, a Pedro J., el director de El Mundo, a Federico Jiménez Losantos, propietario de Libertad Digital TV, a la COPE, a un grupo de señores que solicitaban concesiones de emisoras locales con el fin de agruparlas luego en una sola cadena, dirigidos por un señor de Valladolid... Todos para emitir en castellano. La emisora valenciana Info TV, que emite sólo en nuestra lengua, y que solicitó participar en el reparto, vio rechazada su petición sin motivo alguno. Es decir, nos sometieron a los valencianos a una invasión del pancastellanismo mediático. Nada de "colonialismo pancatalanista" como dicen los señores del ABC y El Mundo. Es el pancastellanismo el que nos tiene colonizados gracias a los favores con que el presidente Camps recompensa a sus medios de comunicación amigos, que son los que le bailan el agua.
Eso del "pancatalanismo" surgió durante la transición con motivo de la secesión lingüística. Durante el franquismo nadie negaba que catalán y valenciano son la misma lengua. Los defensores de la unidad fueron acusados de "catalanistas". La derecha valenciana, al perder las primeras elecciones democráticas el 15 de junio de 1977, encontró en el "pancatalanismo" un instrumento demagógico ideal para atacar a la izquierda acusando a sus políticos de "catalanistas". Nació el anticatalanismo. Un buen valenciano tenía que ser "anticatalanista". Ya he dicho que durante el franquismo no se puso en cuestión la unidad de la lengua. Durante los años de la posguerra, en Lo Rat Penat, presidido por Manuel González Martí, se daban unos cursos de la lengua según las normas unitarias dirigidos por Carles Salvador. Poetas valencianos como Xavier Casp se presentaban y eran premiados en los Jocs Florals de la Llengua Catalana celebrados en el exilio. Y no pasaba nada, nadie protestaba. No es el "pancatalanismo" de TV3, es el pancastellanismo de las televisiones que regala Camps a sus amigos el que nos invade, menospreciando nuestra lengua y nuestra cultura.
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