Juan Gómez, 'Juanito', tan normal, auténtico y pasional. Y además, aficionado a los toros hasta la locura.
Vía :: El Mundo |
Una pasión casi tan fuerte como el fútbol, tanto que hasta se llegó a vestir de luces en Fuengirola, donde paseó una oreja. Arte y pellizco con el balón, con la muleta y con la lengua. "Amancio ha convocado a Lozano porque necesita un intérprete", dijo de su entrenador antes de un partido ante el Anderlecht en Bruselas. Frecuentaba capeas y presumía de temple. En 1987 se escapó a Colmenar sin permiso del club y luego enseñó el vídeo de sus naturales a la becerra en el autobús del equipo: 200.000 pesetas por la capea y 100.000 más por la broma. Apenas unas semanas después, para hacer las paces con Matthäus, le regaló un capote. Así que tuvo que ser su amigo Curro Romero, en junio de 1989, quien le cortara la coleta en un homenaje en La Rosaleda.
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