
Se echa en falta autocrítica, pero no, ya no merece la pena. Esta sinceridad llega una, dos o tres temporadas con retraso, pero por fin parece que se han encendido las alarmas en serio. Lo peor sería que se le dé más importancia al bodrio de entrevista a Rafael de Paula que a este comunicado que pide A GRITOS unión, trabajo, inteligencia y amplitud de miras para ganarse un futuro cada vez más en peligroso entredicho.
Existen dos opciones: hacer coña del comunicado y tirarnos otra vez las piedras a la cabeza o hacer lo que realmente es necesario hacer.
LOS TRES PRÓXIMOS AÑOS PARA LA TAUROMAQUIA, EL TOREO Y, SOBRE TODO, PARA LA CABAÑA DE BRAVO EN ESPAÑA SON VITALES. Y vitales quiere decir eso: A VIDA O MUERTE.
NOTA DE PRENSA:
La
Junta Directiva de ANOET, debido al grave deterioro económico que está
sufriendo la Fiesta, especialmente en estos últimos cinco años, hizo
balance de los problemas que acechan al sector, con el fin de valorar si
nos encontramos ante una crisis coyuntural o estructural.
Lamentablemente, consideramos que la crisis es de fondo, acuciada por la
recesión económica que viene padeciendo España.
Debemos
recordar nuevamente, que el empresario taurino es quién imagina, crea y
vende el espectáculo. Lo diseña y estructura desde el principio hasta
el final, armonizando a todos los partícipes del mismo. Por tanto, tiene
una visión de conjunto de lo que ocurre, y su situación privilegiada
como vértice en la pirámide organizativa, le dota de mayor información
sobre los problemas que acontecen a cada parte del todo en el
espectáculo. Por eso, en estos duros momentos, tenemos la obligación de
trasladar nuestro análisis a los demás sectores y a la afición.
Los
síntomas estaban latentes y persistentes desde hace bastante tiempo, y
todos nuestros intentos -no siempre bien entendidos- de hacer frente al
muro de problemas que asolan el sector no han servido más que para
posponer la solución a la crisis estructural que anega el sector. La
profunda crisis económica y social de la última década, ha sido el
acelarante del proceso combustión que consume la Fiesta, hasta situarnos
abruptamente en una dura encrucijada: 'el mundo del toro está en
quiebra'.
Agobiados
por unos costes inasumibles, expuestos a la presión de unas condiciones
de contratación, arrendamientos y cánones desorbitados, que están
dejando concursos desiertos, o que imposibilitan la concurrencia a las
plazas más importantes del país; acompañados y lastrados por unas cargas
sociales y fiscales asfixiantes. La Fiesta se encuentra paralizada en
su evolución por unos inmovilismos vestido de tradición, marginado de
los medios audiovisuales y una larga lista de agresiones que
detallaremos cuando proceda. La tauromaquia necesita con urgencia el
esfuerzo de todos sus integrantes para no caer en la marginalidad.
Es
muy lícito esperar un beneficio de la aportación de cada cual, como no
lo es la pretensión de lucrarse a costa de la ruina ajena. Y, el sector
empresarial ha sobrepasado su capacidad de absorción de los costes
desproporcionados del espectáculo, desde su base, las novilladas; hasta
las más excelsas corridas de toros.
Los
empresarios y no solo nosotros, por supuesto, no podemos soportar la
situación por más tiempo, la Fiesta se acaba. Si no somos capaces de
adaptarnos a la realidad, ésta nos devorará. Por eso llamamos a todos
los sectores a enfrentar los problemas con rigor y amplitud de miras. El
toreo es un arte único e irrepetible, no bien comprendido por todos,
pero es un patrimonio cultural de un valor incalculable, ahora está en
nuestras manos que este legado no se pierda.
Firmado: Junta Directiva de ANOET, a 5 de noviembre de 2014
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