Hola a todos, hace unos días recibí una invitación para sumarme a la protesta que promueve la eliminación de el "Toro de la Vega" y que propone un festival de música como alternativa a este acontecimiento. Bien, he querido escribir este texto para explicar lo que pienso sobre los animales y sobre como nos comportamos en este mundo con ellos.
Lo primero que me gustaría decir, es que hace muchos años que soy vegetariano, me gustaría que entendieseis que yo dejé de comer animales por que llegó un punto en el que comprendí que me estaba comiendo a otros seres vivos que por desgracia no eran libres, y que morían solo para satisfacer mis necesidades básicas, comprendí que tenía una alternativa y que podía vivir sin comérmelos, así que decidí transformar mi alimentación y cambiar mis hábitos, cosa que me resultó muy sencilla y en seguida entendí que "para mí" y solo para mí, este comportamiento es antinatural. Me gustaría explicar ese "PARA MÍ" con un ejemplo muy sencillo; he tomado esta decisión de forma libre, pero no soy de esos vegetarianos que intentan convencer a los que tienen al lado de que esa es la única forma de vida, y para que entendáis mejor mi postura, os cuento que tengo dos hijos (8 y 2 años) que tienen una alimentación completa (carne incluida) y a los que trato de educar como a cualquier otro niño español. La única diferencia, es que cuando mi hija mayor me pregunta porqué soy vegetariano, le explico mis motivos, a lo que ella responde que le encantaría serlo también, pero que no puede dejar de comer los nuggets de pollo ni las croquetas de jamón que prepara de la abuela. Yo tampoco me creo el salvador del mundo ya que tomo queso y huevos, y mi alimentación es vegetariana y no vegana, así que de alguna manera participo en el crecimiento de esta absurda industria alimenticia que nos "nutre" a casi todo el planeta. Y cuando me como unos huevos estrellados con patatas fritas, es cierto que tampoco me siento culpable pensando en si la gallina está en cautividad, sale a pasear por las tardes, vive en una jaula o en mitad del campo, así que esta crítica y reflexión me sirve también a mí. Pero tengo que aclarar, que SÍ, me jode enormemente cuando alguien me intenta convencer de que no sea vegetariano con el argumento de que las lechugas también tienen corazón y cuando me lo dicen por dentro pienso (eres gilipollas)
Lo primero que me gustaría decir, es que hace muchos años que soy vegetariano, me gustaría que entendieseis que yo dejé de comer animales por que llegó un punto en el que comprendí que me estaba comiendo a otros seres vivos que por desgracia no eran libres, y que morían solo para satisfacer mis necesidades básicas, comprendí que tenía una alternativa y que podía vivir sin comérmelos, así que decidí transformar mi alimentación y cambiar mis hábitos, cosa que me resultó muy sencilla y en seguida entendí que "para mí" y solo para mí, este comportamiento es antinatural. Me gustaría explicar ese "PARA MÍ" con un ejemplo muy sencillo; he tomado esta decisión de forma libre, pero no soy de esos vegetarianos que intentan convencer a los que tienen al lado de que esa es la única forma de vida, y para que entendáis mejor mi postura, os cuento que tengo dos hijos (8 y 2 años) que tienen una alimentación completa (carne incluida) y a los que trato de educar como a cualquier otro niño español. La única diferencia, es que cuando mi hija mayor me pregunta porqué soy vegetariano, le explico mis motivos, a lo que ella responde que le encantaría serlo también, pero que no puede dejar de comer los nuggets de pollo ni las croquetas de jamón que prepara de la abuela. Yo tampoco me creo el salvador del mundo ya que tomo queso y huevos, y mi alimentación es vegetariana y no vegana, así que de alguna manera participo en el crecimiento de esta absurda industria alimenticia que nos "nutre" a casi todo el planeta. Y cuando me como unos huevos estrellados con patatas fritas, es cierto que tampoco me siento culpable pensando en si la gallina está en cautividad, sale a pasear por las tardes, vive en una jaula o en mitad del campo, así que esta crítica y reflexión me sirve también a mí. Pero tengo que aclarar, que SÍ, me jode enormemente cuando alguien me intenta convencer de que no sea vegetariano con el argumento de que las lechugas también tienen corazón y cuando me lo dicen por dentro pienso (eres gilipollas)
De pequeño fui testigo de encierros en el pueblo de mi madre, "San Martín de la Vega", también asistí a corridas de toros y a rejoneos y siempre lo he visto como algo que es parte de nuestra forma de vivir las "fiestas" populares. He visto millones de corridas por la tele con mi abuela Julia durante años, cuando me quedaba en su casa a pasar la tarde con ella, por que como se te ocurriese cambiar de canal te llevabas la bronca padre, en esa época la alternativa era "los vigilantes de la playa". He conocido a toreros, he tocado en plazas de toros y lo seguiré haciendo. Si me preguntas si me gusta el toreo te responderé que NO, pero si me pides mi opinión, mi explicación va a ser algo más larga y argumentada. La gran diferencia entre la carne que te comes del toro que ha muerto en la plaza y la carne de la vaca de la hamburguesa que te comiste ayer, es que no has visto como mataban a esta última, sin embargo, como yo con los Huevos estrellados, no te paras, o la mayoría no se para a pensar de donde viene ese pedazo de carne que te metiste en la boca. Yo no participo de la fiesta taurina, pero reconozco que hay una parte de mí que no la juzga, como no juzgo a ninguno de vosotros por comer chuletones ni juzgo a mi hijo por comer papilla de verduras con trocitos de pollo. Es parte del ser humano creernos que somos superiores a los animales, cazarlos (cuando era necesario para comer), comerlos, domesticarlos y como seres humanos que somos, igualmente salta nuestro lado más cruel con los que no pueden defenderse de igual a igual, así también los enjaulamos, maltratamos y asesinamos a veces por diversión o deporte. Por todo eso he cambiado mi forma de ser y de comer, porque yo también soy como ellos, un simple mamífero bípedo. Pero ya os digo que no juzgo ni a los toreros, ni a los que salen a cazar ciervos, ni al que tiene cerdos y los sacrifica en la matanza, ni al que trabaja en la granja de gallinas, ni a los que crían perros de raza. Es una pena darse cuanta de que el "maltrato animal" (como alguno lo llama, yo prefiero llamarlo comportamiento humano), si te paras a pensarlo, está por todas partes, a mí me resulta muy raro ver al carnicero con media vaca colgada en la carnicería o ver a todos los "pescaos" (como yo) sobre el hielo en el mercado, pero sigo sin juzgar a la gente que trabaja de pescadero. Es muy difícil saber que está bien y que está mal cuando el 99,9% de la población participa de ello, YO incluido. Tengo cinturones de cuero, jerseys de lana, pero no tengo una cabeza de elefante en el salón de mi casa (ni la querría en la vida). De alguna manera se nos antoja imposible cambiar nuestro comportamiento "humano" a corto plazo. Creo que lo único que podemos hacer para cambiar las cosas es cambiar nuestra forma de ver a los animales, pero no solo en las corridas de toros, o cuando vemos al toro de la vega salir por la tele, o cuando vemos en Facebook el video de un perrito abandonado que han rescatado, también debemos de mirar para abajo y ver que hay en nuestro plato para comer. Una persona que sea amante de los toros, igualmente puede ser una bellísima persona, comprometida, solidaria y a la que la quieran allá por donde vaya, igualmente un vegetariano puede ser un autentico imbécil, soberbio, e insoportable.
Mi conclusión es que es muy complicado posicionarse sin tener una perspectiva amplia, sin ver la foto completa y no solo una parte. Si en mi mano estuviera, erradicaría el Toro de la Vega, las corridas, las perreras, las granjas, las piscifactorías y un largo etc, eso si, ordeñaría a las vacas y robaría huevos a las gallinas para poder seguir siendo hovolácteo-vegetariano. Es imposible tener una opinión sin que nuestra alarma del cinismo salte y nos advierta de que estamos cometiendo una cantidad enorme de comportamientos contradictorios y vuelvo a mencionar una vez más; YO EL PRIMERO.
Me encantaría que en lugar de el Toro de la Vega hubiera un festival de música, y si les apetece, voy a tocar ese día, pero lo que no voy a hacer es juzgar a la humanidad por su comportamiento para con los animales, porque tendría que empezar por juzgarme a mí mismo. Por supuesto en todo hay grados y tampoco estoy de acuerdo en que esa persecución se convierta en un espectáculo, pero queridos amigos, ojos que no ven, corazón que no siente, al fin y al cabo… ¿no se acaba cometiendo el mismo "asesinato" para que te comas una merluza, por poner un ejemplo suave, o para que comas carne de avestruz en su lado más exótico? Mi conclusión es, quitémonos la venda y no nos juzguemos tanto que al final la mierda nos va a terminar salpicando a todos…
ahora sí, que aproveche!
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