sobre la corrida televisada desde san sebastián y la verdad sobre los datos de audiencia (que otros manipulan)

Un lector del blog nos apunta una reflexión --en valencià!-- (y ya casi que nos obliga a publicar este post):

I les lectures d'audiència ja han sigut manipulades amb titulars antitaurins en webs que analitzen la TV per a guanyar visites.
És quasi total ja açò en els mitjans. I cansa. El món antitaurí continua treballant, picant pedra a poc a poc. I el taurí?

Quan en TVE es donen un altre tipus d'espectacles de masses, ja siguen esportius o culturals, i ni superen l'audiència dels bous, no hi ha esta utilització.
Llavors, els aficionats haurien de recordar-los en les xarxes socials les distintes vares de mesurar.

Primero, un dato:
Los toros en TVE consiguen una audiencia que mejora los datos del Tour de Francia o la final de la ACB

- La vuelta de los toros a Donostia fue seguida por televisión por una media de 877.000 televidentes y alcanzó una cuota de share del 10,2%.

- Estas cifras doblaron la audiencia media reciente de La 1 de TVE a esa hora y subieron en cinco puntos el share.

- Sin embargo, que no se alcanzase el millón de telespectadores pudo ser para mucho ser un fracaso.

- Así se han encargado de destacarlo los portales dedicados a la información catódica, como bien apunta el comentario de nuestro lector, quien supone (bien) que ahí han aprovechado para verter un ataque (otro más) velado hacia la tauromaquia.

- Y es que, claro, comparando cifras sí que parece que ha sido la corrida con más baja audiencia de los últimos 10 años. Un década en la que, desde 2006, sólo se han televisado cinco corridas (2006 fue la última desde Zaragoza, regresaron en Valladolid 2012, Mérida 2013, Cáceres y San Sebastián 2015).

- El pasado jueves, los toros en La 1 de TVE competían, por cierto, con una audiencia muy fiel a la telebasura de Telecinco con un Sálvame que ni se toma vacaciones o a las telenovelas de Antena 3, que tampoco descansan ni en agosto porque saben su target siempre está en casa a esas horas.

- ¿Entonces son malos esos 877.000 espectadores de media y un share del 10,2%? Pues para unos medios sensacionalistas y abocados al antitaurinismo, parece que sí. Pero...

- En una sociedad en la que, de un tiempo a esta parte, se le ha dado especial altavoz al ruido que criminaliza una manifestación cultural de profundas raíces y pasiones como es la Tauromaquia... esos datos de audiencia son muy sufridos y admiten muchas lecturas y comparaciones.

- Que la quinta corrida que retrasmite TVE en 10 años consiga doblar el share habitual de la cadena no debería dejar indiferente, y más cuando, supuestamente, se intenta vender la destaurinización de la sociedad, que los toros no interesan y que nada aportan.

- Pero... ¿Qué pasaría, si por contra, la información taurina se diese con normalidad y los toros apareciesen en la tele pública como, por ejemplo, últimamente está apareciendo la única referente que tiene el deporte español en la élite del badminton (!), Carolina Marín?

- Ahí queda la duda. Pero los datos en estos 10 años de auténtico acoso y derribo a la Tauromaquia en la tele pública siempre han oscilado el 10% y 15%. Unos años, por cierto, en los que igual que se censuró la Fiesta en Catalunya, una cadena de pago de contenido puramente taurino se ha afianzado y ofrece más de 60 festejos al año en directo.

- En una situación de información normalizada (asumiendo las costantes críticas del antitaurinismo y el ruido de las redes sociales) qué pasaría con la Fiesta: ¿bajaría, mantendría o mejoraría los datos?

- Aquí David Redondo se pone en el peor de los casos.

- Pero más interesante es la conversación y reflexiones que hemos compartido por Twitter.

@verdeguer para mí, primero habría que mirar a las élites taurinas: quieren seguir siendo señoritos cuando el mercado ha cambiado

— David Redondo (@Dr_Redons) agosto 14, 2015

@verdeguer al mundo del toro no te aficionas solo por verlo por tv. Es demasiado complejo, cargado de detalles

— David Redondo (@Dr_Redons) agosto 14, 2015

- El caso es que esos 877.000 espectadores y un share del 10,2% pueden ser buenos o malos... pero respecto a qué.

- Pues si los comparamos con la audiencia de la última final ACB (un negocio que aparece en todos los informativos, que cuenta con millonarios patrocinios y que se le ceden horarios de prime time), parece que los datos de los toros son bastante buenos.

- No hablamos de cualquier partido, sino de la final ACB. En los últimos dos años la final ACB ha hecho un share que va del 3,8% al 11% (644.000-1.005.000 telespectadores). Los toros, en los últimos 10 años: 9,5% a 14,6% y de 877.000 a 1.184.00 espectadores.

- ¿Y si lo comparamos con el Tour, esa carrera por etapas (fidelización), en la hora clave de la siesta, que también cuenta con una importante inversión publicitaria y que llena importante espacios informativos en época estivales, pues para eso, entre otras, cosas se inventó? Pues veamos. Y lo que pasa es que en el Tour hacer unas audiencias de 922.000 espectadores y alcanzar una cuota del 7,9% es más que postivo. En las etapas claves, el Tour, eso sí, puede llegar a alcanzar un minuto de oro del 21,4 por ciento y 2,4 millones de espectadores.

- ¿Y cuál fue el minuto de oro de la corrida televisada desde Donostia? Pues éste: El minuto de oro llegó durante la labor de Enrique Ponce cuando se congregaron en pantalla más de tres millones de espectadores.

- Los toros, PESE A TODO, mantienen su interés. Incluso por encima de aquellos acontecimientos 'políticamente correctos' y que nos venden de forma constantemente positiva, más por razones económicas que sociológicás o culturales.

- Y más allá de cifras, números y audiencias, lo que de verdad es más importante de todo: ya hay otros que pueden empezar a decir que un día vieron toros como algunos hace 30 años: por la tele pública, la de todos, y en compañía de su abuelo...