02 marzo 2011

la revista 'bous a les alqueries' ya está disponible

Bous a Les Alqueries
Nos llegó la revista 'Bous a Les Alqueries', un magnífico trabajo de la Asociación Cultural Taurina Bous a Les Alqueries, que preside José Silvestre. Gracias a él, que nos invitó, hemos podido participar a través de un artículo en el que repasamos lo sucedido durante la temporada de 2010 en la plaza de toros de València que, remozada y todo, está sólo diez días de empezar una nueva campaña.

Este es el artículo que hemos publicado en la revista Bous a Les Alqueries y que recuperamos para el blog.







Tres toros: Bellotito, Forajido y Pajarillo

La temporada en la plaza de toros de Valencia fue la más breve de los últimos años y cualquier análisis lo que hace es despertar dudas y preocupaciones varias de cara a 2011. Nueva empresa –Simón Casas Productions– y ningún lleno de no hay billetes. Es la crisis, claro. Pero, ¿qué más? El dato invita a pensar y el sector taurino ya no puede quedarse de brazos cruzados y hacer oídos sordos a la afición, y no puede porque luego pasa lo que pasa. La actualidad de la fiesta está más cerca de la mediocridad y la decadencia que de su supuesta grandeza que sólo hace acto de presencia muy de tarde en tarde.

La temporada 2010 en Valencia no llega a tener la importancia de El Juli y pasa con mucha pena y escasa gloria. La temporada de El Juli arrancó arrolladora en Fallas y así ha seguido. Tres puertas grandes. Importantes de verdad las de marzo. Una por el poder demostrado ante un escaso lote de Zalduendo y otra por su toreo al natural.
El protagonista principal, el toro, no mejoró en su presentación, pero sí se constató que cuando casta y bravura hacían acto de presencia a los de luces les costaba mucho. De Fallas, una corrida importate, la de Valdefresno con un toro de nombre ‘Bellotito’ que embestía como un tren y que le ganó la pelea a Juan Bautista; una muy dura e interesante de Alcurrucén que no fue fácil; una de Adolfo Martín ante la que hicieron demostración de valor y torería, por este orden, José Luis Moreno y José Calvo; y también una de Fuente Ymbro, que con la que estaba por caer al final fue buena y todo.

Como es de imaginar, las figuras no formaban parte de estos platos y, como siempre, tenían reservados impresentables juampedros, cuvillos y cosas por el estilo entre las que destacó a decir verdad un tal ‘Aldeano’ de Victoriano del Río muy noble que le tocó a Castella en el día de la ‘fartà’ con la que homenajearon a un Enrique Ponce que cumplía 20 años de alternativa.

En este aspecto –el de la efeméride poncista y principal argumento de la feria– nada salió según lo planeado y es más, al contrario, un tal ‘Osiris’ pareció empeñado en arrancarle el corbatín al de Chiva el día del aniversario, que se suponía una cita histórica pero que por lo bajo del ganado titulamos que “se escribió con minúsculas de forma lamentable”.

Pero lo peor de todo en las Fallas fue la televisión como condición política y condicionante a la hora de elaborar los carteles. Lo peor fue que todo el mundo pudiera ver el escaso nivel de València, su ninguna exigencia como plaza de primera en la que todo vale y la vara de medir usada con figuras y modestos es muy diferente. Una plaza, València, en la que los taurinos hacen y deshacen a su antojo con el beneplácito de la Diputación, pero todo esto daría por otro artículo mucho más profundo. Así que sigamos repasando la temporada.

En la Feria de Julio, en la que sobra decir que la asistencia fue mucho menor que en Fallas, El Juli completó su particular triplete en Valencia, pero esta vez en tono menor y ante una corrida de Daniel Ruiz muy a modo y vulgar. Abrió la puerta grande un voluntarioso Rubén Pinar con una de Valdefresno de poco fondo que repetía tras triunfo fallero. Y Victorniano del Río le volvió a echar un gran toro a Castella. Fue un toro bravo de verdad de nombre ‘Forajido’ y que para muchos ha sido el más bravo e importante de la temporada en el coso de la calle Xàtiva. Un espectáculo verle embestir con los riñones. Servidor antes de elegir prefiere quedarse con los tres: ‘Bellotito’ de Valdefresno, el tal ‘Forajido’ y ‘Pajarillo’ de La Quinta.

La de La Quinta fue una buena corrida de toros por noble, interesante y encastada, pero con ‘Pajarillo’ destacando sobre el resto. Para el recuerdo queda su tercio de varas a cargo de Juan José Esquivel, quien recetó el puyazo de la feria y de muchas ferias. Ese día Ángel de la Rosa, Tomás Sánchez y Rafaelillo se ganaron todos los respetos.

Y ya para acabar decir que entre los novilleros destacaron Juan del Álamo y Arturo Saldívar y de entre los becerristas, Jesús Duque, que ya debutó con caballos en Algemesí con buena nota, y Román a quien todavía le falta por avanzar.

La temporada de 2011 se presenta complicada, pero todos sabemos cuáles son los errores que se han cometido y los primeros interesados en solucionarlos, por el bien de la Fiesta, deberían ser los propios taurinos. La bendita afición de València, acostumbrada a tragar carros y carretas y a protestar lo menos posible, va cansándose y son muchas las tardes en las que se piensa dos veces si ir o no ir a los toros. El secreto de todo está en la emoción y en el toro. En el toro bien presentado y en la emoción del toreo. No hace falta derrochar más imaginación.

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